La Minuta AM: Sacerdote Felipe Berrios se autodenunció en la Fiscalía Sur y señala que "quiero que se me investigue"
Lo que pasó: En horas de la tarde de ayer lunes, la Fiscalía Metropolitana Sur dio a conocer que el sacerdote jesuita, Felipe Berrios, se autodenunció por los supuestos actos de connotación sexual en los que habría incurrido con, al menos, una mujer cuyo testimonio llegó hasta la Iglesia y fue informado por la Compañía de Jesús hace casi un mes.
El sacerdote realizó la autodenuncia a través de un escrito que fue recepcionado por el fiscal Héctor Barros. El Ministerio Público anunció que los eventuales hechos serán indagados junto a la Fiscalía de Género y Delitos Sexuales.
La autodenuncia: “Hace un mes, el Provincial de la Compañía de Jesús me comunicó que una persona había presentado -ante el Arzobispado de Santiago- una denuncia en mi contra por hechos de connotación sexual que habrían supuestamente ocurrido hace más de 18 años. La denuncia fue presentada sólo ante la Iglesia y no ante el Ministerio Público, lo que significa que estoy sometido a un proceso canónico que, por regla, se debe mantener en estricto secreto”, comienza señalando Berrios en el oficio entregado al fiscal.
El sacerdote, radicado en La Chimba, Antofagasta, agrega que el proceso de justicia canónica es secreto y que la opinión pública desconoce los hechos que se le imputan. “No me parece que los sacerdotes debamos tener una justicia especial. Esto es visto, con justa razón, como un privilegio por el resto de los chilenos. No digo que el proceso canónico sea malo, sino que es insuficiente y desconocido para el común de la gente”.
El sacerdote solicita al Ministerio Público que “se me investigue al igual que cualquier ciudadano de este país” y agrega que “he decidido iniciar este trámite a pesar de la exposición que implica un proceso de investigación penal como éste. Los hechos que se me imputan en la única denuncia que conozco no son ciertos y aspiro a que se conozca públicamente la verdad”.
Las denuncias que son aludidas por Berrios en su texto, corresponden a los casos de dos mujeres que entregaron antecedentes a la Fundación para la Confianza. La institución se encuentra revisando los testimonios con el fin de definir las acciones a seguir contra el religioso, según informó La Segunda hace algunas unas semanas. Al momento de los hechos, las denunciantes tenían entre 14 y 17 años de edad.