La historia del primer submarino chileno y de América Latina hundido en la bahía de Valparaíso
Durante la semana escuchamos y leímos noticias del submarino Titán, nave que sufrió una “implosión catastrófica” y donde muriendo los cinco tripulantes de la expedición que descendía a explorar los restos del Titanic, ubicado a 1.400 kilómetros al este de Cabo Cod (Massachussetts, Estados Unidos), a 3.800 metros bajo el nivel del mar. Actualmente los investigadores continúan recorriendo el fondo marino en búsqueda de escombros del sumergible con el fin de conocer los motivos del accidente.
Una historia con ribetes similares ocurrió en nuestro país a finales del siglo XIX y te la contamos en Súbela.
No es tan conocido que Chile le declaró la guerra a España un 25 de septiembre de 1865 y que meses después, el 31 de marzo de 1866, la Corona bombardeó el Plan de Valparaíso, destruyendo gran parte de la ciudad sin personas fallecidas, según registros de la época.
El conflicto bélico ocurrió porque nuestro país levantó la voz contra la Corona Española por cobrar deudas coloniales al Perú, situación que en nuestro continente provocaba temor, pues los recientes países independizados vieron en esta acción un peligro para las naciones liberadas.
“En el fragor del ideal americanista y al coincidir con la ocupación española de México y Santo Domingo, los políticos chilenos consideraron esa ocupación como una agresión colonialista a la independencia de la región. Chile impidió a los buques españoles abastecerse de carbón, declarándolo contrabando de guerra, sin hacer lo mismo con los buques peruanos”, describe el sitio de rescate patrimonial Memoria Chilena.
En este escenario de tensión, a fines de 1865, el ingeniero alemán Karl Flach fabricó para el Estado de Chile el primer submarino del país y Latinoamérica, todo un hito naval, ya que además se considera uno de los primeros diez del mundo.
Karl August Flach llegó al puerto de Corral (Región de Los Ríos) el 1 de agosto de 1852 en el velero Australia junto a su esposa, Doña Johanna Luise Henriette Müller, y su hijo de un año de edad de nombre Heinrich. Ya instalados en Chile la familia creció y tuvieron otras 4 hijas.
Tras su llegada a Valparaíso, una ciudad cosmopolita en aquellos años, Karl Flach se desempeñó como ingeniero mecánico y jefe de la maestranza de la Fundición “Caledonia” de la Ciudad Puerto.
¿Pero cómo se desarrolló el submarino?
Daniel Malfanti, buzo, explorador y apasionado de la historia del sumergible, ha recopilado información durante décadas con la intención de que el país no olvide la hazaña de Karl Flach.
De acuerdo a sus antecedentes, el presidente José Joaquín Pérez aprobó la ejecución del proyecto de creación de un sumergible con un presupuesto de 12 mil pesos de la época. Karl Flach construyó el submarino en tiempo récord en los Arsenales de Marina, ubicados en lo que hoy sería la esquina de calle Altamirano con Taqueadero, en la ciudad de Valparaíso.
La denominada “máquina infernal” medía 14 metros de largo y 2,8 metros de diámetro. Tenía una capacidad aproximada para 11 a 14 tripulantes y poseía un cañón de retrocarga en su proa y otro en la torreta. Se estima que el casco era de madera forrada en hierro forjado y se movía manualmente.
“El submarino genera un desarrollo tecnológico relevante para Chile y la ciudad de Valparaíso”, dice Daniel Malfanti.
La tragedia
Tras algunas pruebas exitosas en la bahía de Valparaíso, el 3 de mayo de 1866, Karl Flach junto a su hijo y otros nueve tripulantes realizaron una navegación un poco más audaz. Sin embargo, a los pocos minutos y ante una multitud que observaba expectante, el submarino se sumergió y nunca más apareció.
Luego de la tragedia, entre el 6 y 12 de mayo de 1866, la fragata inglesa HMS “Leander” apoyó las labores de búsqueda. Un buzo ubicó el submarino y se intentó el rescate infructuosamente, hasta que la nave que colaboraba tuvo que zarpar a El Callao a otra misión.
Recién en el año 2006, el productor de TV, Juan Enrique Benitez, junto a Daniel Malfanti y la Armada de Chile, iniciaron una búsqueda del submarino en las profundidades del mar. El 27 de abril de 2007, a 141 años de su primera navegación exitosa, el submarino fue encontrado por el equipo.
Según los estudios del grupo de búsqueda, el submarino se encuentra sumergido a 300 metros de la bahía, a unos 42 metros de profundidad.
Daniel Malafanti cuenta que actualmente trabajan en una maqueta tamaño real del submarino Flach y el objetivo es rescatarlo para situarlo en un museo abierto a la comunidad.