La Minuta AM: Delegada Presidencial refuerza medidas de seguridad y autoriza shows de Daddy Yankee tras caótico primer concierto en Chile

Lo que pasó. Ayer se realizó el primero de los tres shows de despedida de Daddy Yankee en Chile y de acuerdo al balance de las autoridades, 70 mil personas repletaron el Estadio Nacional para corear las canciones del Big Boss. 

Según el catastro de Carabineros, sólo por el ingreso de avenida Pedro de Valdivia, 4 mil personas ingresaron sin tickets al recinto deportivo, provocando la inseguridad de los asistentes y quienes trabajan para el espectáculo.



Desmanes. Los desórdenes se iniciaron cerca de las 18.30 horas cuando individuos golpearon a personal de seguridad y coordinación del evento por la entrada de Avenida Grecia, causando el cese momentáneo del ingreso de fanáticos. A esa hora de la tarde, miles de personas buscaban la forma de entrar al Estadio Nacional sin entradas, provocando avalanchas de personas contra las puertas del coloso de Ñuñoa. 

Dentro del recinto los guardias dispuestos por la empresa no dieron abasto, por lo que las personas con entradas más lejanas al espectáculo no dudaron en saltar a posiciones privilegiadas del coliseo deportivo. Además, las rejas que dividen las ubicaciones de la cancha del Estadio Nacional fueron derribadas, causando peligrosos flujos de fans dispuestos a todo por ver a su ídolo desde cerca. 

El show comenzó quince minutos antes de lo previsto y mientras dentro del estadio corearon sus canciones por última vez sus hits, en las inmediaciones del recinto, Carabineros controlaba con carros lanza aguas a una decena de personas que intentaba ingresar a la fuerza. 

Por momentos, las niñas, niños y adolescentes, acompañados de familias y grupos de amigos que se encontraban bailando desde el “Pilucho” del Estadio Nacional, debieron salir del lugar raudamente, ya que las fuerzas policiales despejaron el área para la salida de los espectadores. En ese instante se vivieron segundos de terror, ya que las personas escapaban entre carros con aceite caliente, cajones con bebestibles y el clásico merchandising de los recitales. 

Autoridades. A través de las redes sociales, el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, puso en duda la continuidad de los espectáculos para hoy y mañana si no se garantiza la seguridad.  “Si mañana no hay un plan de seguridad en serio para 2do recital de #DaddyYankee, liderado por el gobierno con Carabineros y la productora, o éste se debe suspender por falta de garantías para el público. Lo de hoy es inaceptable y no se puede repetir”, publicó en Twitter.

De igual modo, en conversación con Canal 13, el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, criticó las medidas dispuestas por la productora Bizarro. “Tenemos que evaluar si quien organizó el evento cumplió con lo que tenía que cumplir, pero claramente las imágenes que hemos visto en estos minutos hablan de que hay una incapacidad de quien está organizando este evento, para garantizar que las personas puedan acudir en paz y tranquilidad”, dijo. 

Sin embargo hoy, la Delegada Presidencial de la Región Metropolitana, Constanza Martínez, confirmó la realización del evento masivo con el refuerzo de medidas de seguridad. “No queremos que ningún peligro se vuelva a repetir”, mencionó. 

Por su parte, la alcaldesa de Ñuñoa, Emilia Ríos, anunció el envío de un recurso de protección contra la organización del evento y quienes resulten responsables por la ausencia absoluta de seguridad tanto para los asistentes al evento, como para vecinos y vecinas que viven en los alrededores del Estadio Nacional.

“Esperamos que se haga efectiva la orden de no innovar y que con esto se suspendan los eventos hasta que no logremos asegurar los máximos estándares de seguridad, que den tranquilidad a quienes participan del evento”, afirmó.

Respuesta. La productora Bizarro, encargada de La Última Vuelta World Tour en Chile, mediante un comunicado respondió a los cuestionamientos de las autoridades por las deficiencias de seguridad que se evidenciaron durante la tarde por redes sociales y medios de comunicación. 

“Bizarro Live Entertainment declara que cumplió con todo y en mayor cantidad a lo exigido por la autoridad, por tal motivo la delegación presidencial fiscalizó y aprobó el evento a través de la conformidad emitida bajo la circular 28 que regula los eventos masivos, no existiendo ninguna incapacidad de quien está organizando, sino más bien de quienes son responsables de lo que sucede con los delitos en las calles y alrededores de los recintos donde éstos se desarrollan”, publicaron.

De esta forma, Bizarro detalló que contrataron 450 guardias de dos empresas, hubo 100 personas dedicadas a la atención al público, 140 validadores para evitar la falsificación de tickets, 100 acomodadores en sectores de asientos numerados, drones, cámaras de seguridad y detección de metales.

“El Sernac exigirá información sobre la cantidad de afectados, la forma y plazo en que se devolverá la entrada a quienes no pudieron ingresar o que lo hicieron, pero no accedieron a las zonas correspondientes a lo pagado, así como de eventuales incumplimientos de las zonas ofrecidas previamente. De acuerdo a ello, analizará los antecedentes para determinar las acciones que correspondan”, comunicó el Servicio Nacional del Consumidor. 

Fuera del Nacional. Debajo de la estatua de Fernando Riera, frente al coloso de Ñuñoa, la fiesta familiar se instaló pese a la presencia policial. Allí, un centenar de personas disfrutó de las canciones. 

La familia Sánchez de San Miguel se coordinó un día antes por un grupo de whatsapp llamado “Daddy”, y pese a no contar con entradas para el show, se instalaron con sus tragos favoritos y abrigados para capear el frío. “Desde que supimos que no podíamos comprar una entrada, nos organizamos para disfrutar en la calle”, contaron. 

El clan se comprometió a disfrutar de los tres espectáculos desde el mismo lugar e invitaron a más personas a sumarse al bailoteo. 

Jean Pierre Carillo, de 9 años, no podía disfrutar lo que escuchaba desde lejos. A pesar de que Shaky Shaky, su canción favorita, sonaba fuerte, el temor por ser golpeado por Carabineros era más grande. A esa hora, el carro lanza aguas expulsaba a quienes bailaban en la reja de avenida Grecia. “Que paren de tirar cosas”, pedía. 

Junto a él, la familia Carrillo, relataba que llegaron desde la rotonda Grecia con los más pequeños del hogar. “Estaban muy caras las entradas, pero lo disfrutamos igual. Escapamos del agua y la gente lo estaba pasando bien tranquilamente”, dijo la matriarca del clan. 

Marco tiene 10 años y es fanático de Daddy Yankee, pero explica que ante los desordenes a su alrededor, ya no quiere escucharlo en vivo. “Me gustan sus canciones, pero el concierto es un caos. me dio mucho miedo cuando vi a 10 carabineros armados”. 

Carol e Ignacio son pololos y no dudaron en perrear en el bandejón de avenida Grecia. Con sus teléfonos celulares en alto, se movían al ritmo del clásico hit interactivo del Big Boss. Ellos esperaban la salida de los espectadores para vender alfajores a los hambrientos post show. “Van a salir con bajón así que vamos a vender todo”, soltaron entre risas.