Marcela Mella, Coordinadora de No Alto Maipo, sobre la privatización del agua: “El acceso al agua termina siendo un nuevo elemento de inequidad social”
En el gobierno de Frei se privatizó uno de los recursos naturales más importantes para la vida humana: el agua. Con la escasez, la contaminación y la instalación de infraestructura para que “los dueños del agua” hagan llegar el suministro, las boletas solo suben ¿Es la privatización un elemento que aumenta la segregación social?
Chile es el único país del mundo que tiene privatizada la gestión y la fuente de agua. Según el último Censo un 93% de los hogares recibe el suministro a través de la red de agua potable. Esto corresponde a 5.086.491 hogares que, en su mayoría, pagan por el servicio de agua a una de las 21 empresas sanitarias a las cuales está concesionada.
Marcela Mella, Coordinadora Ciudadana de No Alto Maipo explicó que, independiente de la cobertura del servicio, la privatización de agua es el gran problema, porque a la gente se le olvida la importancia del ciclo del agua. “Va a llegar un momento en el que usted (señora, señor) va a tener plata para pagar su cuenta e igual no va a tener agua o va a ocurrir como otros bienes en Chile, que el que tenga dinero va a poder pagar agua de buena calidad constante (...) el acceso al agua termina siendo también un nuevo elemento de inequidad social”.
Para la Organización de las Naciones Unidas existe un derecho de agua y saneamiento, en donde este recurso debe ser seguro, aceptable y asequible, por lo tanto, el coste de esta no debería superar el 3% de los ingresos del hogar. A pesar de eso, el aumento en las cuentas del agua es una noticia que se repite cada cierto tiempo. Estas alzas generalmente corresponden a implementación de infraestructura para hacer llegar el agua a los usuarios. Así lo dice una investigación realizada por CIPER.
“Que las familias paguen de su bolsillo no solo el agua que consumen, sino también la seguridad del abastecimiento, es fruto del Decreto Ley 70, dictado en 1988, en las postrimerías de la dictadura, y que fue reforzado en democracia por la Ley 19.549, aprobada por el Congreso en 1998. Esa normativa es la que impide que sea la empresa sanitaria concesionaria la que financie esas obras con sus propias utilidades: Aguas Andinas obtuvo $701.705 millones desde 2010 a 2015 (US$1.063 millones al valor actual -2016-)”, aseguran.
Frente a esto, organizaciones chilenas como Modatima se manifiestan. “Ya no basta con reciclar, ya no basta con ducharse en tres minutos, ya no basta con la acción individual solamente, sino que hay que apuntar a un cambio sistémico y es una oportunidad para visibilizar y movilizarse toda esta coyuntura (...) Nosotros no vamos a parar hasta que recuperemos el agua”, expresó el miembro del equipo de Modatima, Diego Soto.
En el día nacional del medio ambiente, escucha el especial de Super Ciudadanos, con la conducción de Matías Asún, Director de Greenpeace Chile, y en compañía de Fridays For Future Santiago, Modatima y No Alto Maipo.