Ghost en Chile: Haciendo sentir orgulloso a Satán

La banda liderada por Tobias Forge (o Papa Emeritus IV) visitó nuestro país por cuarta vez. En esta oportunidad, con una chapa de estrellas mundiales del sonido pesado y frente a una masividad que coreó cada uno de sus hits. 

Desde tempranas horas de la tarde, numerosas caras pintadas enfilaron camino hacia el Movistar Arena. ¿El motivo? Una nueva misa negra de Ghost en Chile. Los suecos retornaron a Chile en el mejor momento de su carrera, lo que quedó demostrado en dos horas de música, teatro y energía multigeneracional. 

La velada arracó con la presentación de los nacionales de Pentagram. La banda encabezada por el incombustible Anton Reisenegger intentó resumir sus 38 años de carrera en poco más de 40 minutos. El conjunto nacional recibiría más tarde los elogios del mismo Forge, quien los destacó como valuarte del metal mundial.

La efervescencia adolescente, que ocupaba gran porcentaje del recinto capitalino, emergió pasadas las 21:00 hrs gracias al combo “Imperium” + “Kaisarion”. Las siguieron las coreadas “Rats”, “Spillways” y “Cirice”. Forge ocupó el escenario en su totalidad, moviéndose por cada rincón y relacionándose con sus Nameless Ghouls a través de pequeños gags.

El Papa Emeritus IV encabezó el sacramento oscuro a punta de humor e interacción con sus fanáticos, por quienes inclusó llegó a pausar el espectáculo, ya que las primeras filas se estaban quedando sin oxígeno por la presión de sus pares.

La liturgia demoniaca trajo a escena “Ritual”, “Call Me Little Sunshine”, “Con Clavi Con Dio” y “Year Zero”, uno de los altos momentos de la noche.

Tobias también se tomó unos minutos para agradecer a Chile por su calurosa recepción, la cual se había repetido en ocasiones anteriores. Recordaron su debut en suelo local junto a Iron Maiden, su primer concierto en solitario en el Teatro Caupolicán y su paso por Lollapalooza 2016. Afirmó sentirse cómodo “en solitario” y frente a una audiencia numerosa, radiografía de lo que ha sido este Re-Imperatour y sus últimos años en el ruedo: la consagración de una idea que ha sabido mutar gracias al ingenio artístico y musical de su líder.

La pintura en la cara de los fans comenzó a sucumbir frente al sudor, señal evidente de que el final estaba cerca (temática recurrente en las letras de los oriuendos de Linköping). “Kiss The Go-Goat”, “Dance Macabre” y “Square Hammer” cerraron con fuegos una nueva eucaristía rojiza, la que ponía en lo alto los valores del satanismo.

Este pacto entre Ghost y sus feligreces chilenos se anotó inmediatamente como uno de los grandes shows del género de este 2023. Y por qué no, nos invita a soñar que su próximo encuentro será en una plaza aún mayor.