Lo que más puedo: ¿Cómo pido delivery sin dañar tanto el planeta?
En Caseritas nos visitó la bacana Fran Amenábar de @loquemaspuedo para concientizar respecto a una de las prácticas más habituales en cuarentena: el delivery. Y de cómo podemos consumirlo sin impactar tanto nuestro ecosistema.
Llegó la hora del almuerzo y estás atareadx con el teletrabajo. No alcanzaste a cocinar y decides ordenar por delivery para salir del paso. Esta práctica tan habitual en tiempos de pandemia, parece inofensiva por las facilidades que nos entrega; pero muchas veces no pensamos en el impacto que tiene con el planeta.
Para conversar sobre esto y ayudarnos a tomar nuestras decisiones de manera consciente, Isi Urzúa conversó con Fran Amenábar de @loquemaspuedo. Quien nos entregó tips y nos enseñó que “cuando pido delivery mi problema no son sólo los desechos, sino también de dónde viene esa comida”. Aquí una síntesis de esta entrevista tan útil.
La sustentabilidad es holística y mis decisiones también
Es primordial comprender que el reciclaje no lo es todo. Y que, de hecho, es el último paso. Al que ojalá no tengamos que llegar. Primero podemos optar por no comprar ciertos productos y si compramos, reutilizar ese desecho. Pero por sobre todo, recordar que no sólo importan los desechos cuando pido comida por delivery, sino que también de dónde viene ese alimento. ¿El local que frecuento es amable con el ecosistema? ¿Tiene buenas prácticas laborales? ¿De dónde provienen los ingredientes que utilizan? ¿La industria de esos ingredientes es perjudicial para nuestra tierra? ¿De qué material está hecho el empaquetado de sus productos? Un conjunto de preguntas que te pueden hacer cuestionar la regularidad con la que pides por delivery.
Pucha, pero no tengo tiempo. ¿Qué hago entonces?
Nuestra invitada nos comentó sobre un live que realizó junto a @brotesyraices donde conversaron sobre la importancia de planificar la comida. Los domingos puede ser un buen día para preparar distintas cosas para la semana, y después cuando vayas a comer simplemente armas tu plato. Lo ideal es cocinar cosas diferentes para luego combinar :) E incluso ese mismo día de preparación, puedes dejar todo dividido en potes para después sólo calentar. Fácil, ¿cierto?
Pero me gusta pedir comida :( ¿Cómo vivo sin sushi?
Como la idea es hacer lo que más podamos según nuestra propia cotidianidad, lo ideal es pedir comida para alguna ocasión especial. Si queremos celebrar algo, ordenamos. Pero tratemos de evitarlo. Y sino, vamos directamente a comprarlo y llevemos nuestro propio tupper. El planeta nos agradecerá.
Y si pido, ¿cómo ayudo a no contaminar tanto?
Fran nos contó que los residuos del delivery generalmente son PET 1 y PS6 (ambos son parecidos, esos en los que vienen las frutillas o los arándanos). El primero, es muy fácil de reciclar y el segundo más complicado. Para poder reconocerlos, tenemos que fijarnos en el triángulo de reciclaje que trae el envase y aplastarlo. Si se aplasta y se extiende, es PET 1. Si se aplasta y se rompe, es PS6. Ve a tu punto limpio más cercano y si no aceptan este material, nuestra invitada hizo una tabla en la que puedes encontrar información detallada sobre dónde reciclar según dónde vivas. Para verla, ingresa aquí.
Me gusta reciclar pero usualmente dicen que tengo mal de Diógenes porque mi casa es un desastre. ¿Cómo lo soluciono?
Hay que tratar de ser ordenadx, guardar todo de manera estratégica. Debe ser un hábito también. Fran nos contó que en su caso le sale más fácil tener un sólo contenedor y cuando se llena, lo vacía. Luego, va al punto limpio y ahí separa el material de reciclaje. Además, tiene tres contenedores: uno orgánico, uno reciclable y un basurero regular. Y de este último, saca la basura una sola vez a la semana y muy poquito. En tu caso, intenta buscar lo que más te acomode, pero siempre con un orden.
OJO: Cuidado con los envases café. No por ser de ese color son ecofriendly
Fran nos contó sobre la mentira del color café. Te venden cosas en este color para que creamos que es reciclable. Hoy está de moda ser más verde, por lo que muchas empresas usan un empaquetado que simula ser ecofriendly. Pero ese envase que parece de cartón, la mayoría de las veces es polipapel: una mezcla de cartón con plástico que lamentablemente no se puede reciclar. Así que por eso, siempre fíjate al comprar. Ser críticx y observador muchas veces puede ser útil para el planeta.
¿Y eso también pasa con las bolsas de papel? :O
Sí, tampoco son la gran panacea como podríamos creer. Nuestra invitada nos contó que para producirlas se necesitan 30 veces más agua y 10 veces más energía que en la producción de bolsas de plástico. Por lo que, como ninguna de las dos es buena, y casi todos los deliverys entregan en este envase, podemos alargar su vida útil devolviéndola la siguiente vez que compremos. O también, podemos usarla cuando vayamos al almacén o a la feria.
Si quieres escuchar esta entrevista completa puedes pinchar acá abajo. Y recuerda que lo más importante es que hagas lo que más puedas, cada paso es un abrazo a nuestro ecosistema: