Seaspiracy, la pesca insostenible: el documental que te invita a reducir tu consumo de pescado
Si no conoces mucho del océano, te preocupa el medio ambiente y quieres aprender un poco, ver este documental te podría ayudar. El film, que no ha estado exento de polémicas, se centra en descubrir qué hay detrás de la pesca comercial y por qué todos deberíamos reducir -o dejar- nuestro consumo de pescado para preservar el ecosistema marino.
El documental de Netflix, dirigido por Ali Tabrizi y producido por Kip Andersen (Cowspiracy y What the health), sigue los pasos de su director: un apasionado por el océano que tras recolectar basura en las playas decide ayudar a preservar las especies marinas con su cámara.
Su camino comienza en Japón, específicamente en las costas de Taiji, donde descubre que la captura de delfines para parques acuáticos no es selectiva sino que asesina a más delfines en el proceso. Al consultar el por qué a expertos, estos señalan que es para controlar plagas y evitar la competencia, es decir, que los delfines no se coman a los atunes que son cazados para consumo humano.
De esta manera, Ali sigue pistas y llega a organizaciones como Dolphin Safe, del Earth Island Institute, encargada de certificar que las empresas que venden pescados garanticen la seguridad de los delfines desde la caza hasta el supermercado. Pero al entrevistar a Mark J. Palmer, de esta misma organización, señaló: “No, nadie puede garantizarlo. Cuando un barco está en el mar, ¿cómo vas a saber lo que hace realmente? Tenemos observadores a bordo, pero siempre los pueden sobornar”.
Este argumento del mar como una tierra de nadie, se usa a lo largo de toda la película. Tanto para hablar de las consecuencias de la pesca de arrastre (que consiste en lanzar una red para atrapar peces específicos, pero como también entran otras especies, estas mueren por heridas o falta de oxígeno cuando son devueltas al mar), o de que las piscifactorías no son la panacea (ya que los salmones cultivados fallecen por enfermedades producto del hacinamiento y la suciedad), como para descubrir que en la pesca de camarones en Tailandia, se usa mano de obra esclava con maltratos, trabajos no pagados, secuestros y asesinatos.
Pero no son sólo los malos tratos o la falta de regulación en alta mar lo que genera la preocupación del director, sino que también cuando se habla de los peligros del plástico y de prácticas de sustentabilidad (como el uso de bombillas), nunca se menciona a las redes de pesca como un factor relevante, a pesar de que ensucien el mar e incluso se encuentren sus restos dentro de ballenas varadas.
En general, Seaspiracy es un filme chocante. Ha hecho que varias personas cuestionen sus hábitos alimenticios, y que celebridades como Bryan Adams, quien practica el veganismo, vanaglorien la producción. No obstante, también ha sido criticado por algunos sectores de la comunidad científica (aplaudido por otros) que cuestiona los datos referenciados, y ha tenido reacciones negativas por parte de ONG 's que acusan haber sido mal representadas en la película.
Si te interesó el documental o deseas corroborar con tus propios ojos si los datos son verídicos, puedes verlo en la comodidad de tu casa a través de las pantallas de Netflix.