Amnistía Internacional: 49% de las muertes por COVID-19 en el mundo fueron en América

Oportunismo, negacionismo y desconexión con la realidad por parte de los líderes políticos americanos, conforman el último informe de Derechos Humanos de Amnistía Internacional que siguió durante todo 2020 a 149 países del mundo. En Café con Nata, conversamos con Erika Guevara, directora de las Américas de esta organización, quien nos contó más sobre esto.

Según el último informe de Amnistía Internacional, organización dedicada a reportar el estado de los Derechos Humanos de todas las personas en el mundo, la pandemia de COVID-19 llegó a exacerbar las desigualdades sociales y económicas históricamente existentes en la población mundial. Acentuadas, además, por un mal manejo de los líderes de cada país.

Este informe arrojó que durante 2020, los Derechos Humanos han sido pasados a llevar en múltiples maneras: privación de los derechos sexuales y reproductivos, violencia de género doméstica no atendida, militarización de las fronteras, confinamientos forzados que afectaron al 56% de la población que trabaja informalmente, vulneración del derecho a la salud, libertad de expresión y de migración, entre otros. 

Para Erika Guevara, abogada y directora de las Américas de Amnistía Internacional, “el 2020 es la historia de quienes tienen menos, dieron más y recibieron nada de sus gobiernos. El liderazgo no ha venido de los líderes políticos ni de los grandes consorcios empresariales, ha venido de la gente común”, mencionó en relación a la labor del personal de salud en primera línea, campesinos que cultivan alimentos y de personas que trabajan en actividades esenciales para la subsistencia de cada país.

Para la abogada, este es un punto importante. La desconexión con la realidad de los actuales líderes políticos es coherente con su lentitud en la capacidad de acción. En una región desigual, algunos países han acallado al personal de salud. Esto a través de despidos y detenciones cuando han querido develar las precariedades de su labor, como lo ejemplifica el informe en el caso de Venezuela y El Salvador.

Pero no son sólo los países vecinos los que vulneran los Derechos Humanos de sus ciudadanos. Muy cerca, Chile aparece en el informe con reportes de aprovechamiento de la pandemia para coartar el derecho a reunión y manifestación en contra del gobierno, con un uso excesivo de la fuerza.

En esta misma línea, Erika mencionó que hay oportunismo y negacionismo por parte de los líderes políticos. Mientras hay algunos que han negado la existencia del virus -como el caso de Bolsonaro que ha traído múltiples consecuencias y nuevas variantes- hay otros que han aprovechado la crisis para asentar la militarización en las calles y en los poderes fácticos, como el caso de México.

No obstante, algo que tienen en común muchos líderes políticos es su autoritarismo y su negación a dialogar con la ciudadanía, lo que ha resultado en la pérdida de vidas humanas. “Esta visión mesiánica de que sólo un individuo tiene la verdad absoluta y que, por ende, no requiere dialogar con la ciudadanía, nos está costando un alto precio. Lo vemos presentado en el número de personas que han perdido la vida, que han sido contagiadas por el virus y en todo el entorno de violaciones a los DDHH que se han dado en este contexto”, mencionó.

Si quieres revisar esta interesante y reveladora entrevista completa, puedes escucharla aquí: