Fotoreportaje #SubelaNews: Las artistas detrás de la foto oficial de Gabriel Boric y todos los detalles de la imagen que rompió con la tradición
Paloma Palomino y Valentina Palavecino son dos fotógrafas chilenas que luego de una reunión con una veintena de profesionales en la conocida como “La Moneda chica”, decidieron presentar su visión de la imagen oficial al equipo del actual Presidente de la República. Sus conceptos eran claros: menos es más, una imagen que rescatara la geografía de nuestro país y fuera símbolo de la descentralización. Esta visión coincide perfectamente con la del Presidente Gabriel Boric, quien, aseguran, quería el mar de fondo. Conoce aquí a las mujeres feministas creadoras de la nueva imagen presidencial y entérate de todos los detalles de la foto que ya es parte de nuestra historia.
Mar, luz natural y sin corbata. Esas fueron las claves para que el nuevo Presidente de la República, Gabriel Boric, decidiera que la visión de las fotógrafas Paloma Palomino y Valentina Palavecino, debía estar plasmada en la foto oficial de la Presidencia.
La icónica foto, que ya fue colgada en todas las instituciones públicas de nuestro país, rompe con los esquemas de tradición de las fotos presidenciales del pasado y fue realizada por un equipo de mujeres jóvenes, feministas y disidentes LGBTQ+, que decidieron jugársela y presentar una propuesta al equipo del actual Presidente: las fotógrafas Paloma Palomino y Valentina Palavecino, la maquilladora Macarena Nuñez, la asistente de fotografía Fernanda Requena y la retocadora Rayen Palacios (orden en la foto).
La foto oficial se hizo en Tunquén, luego de probar distintas locaciones en la Región de Valparaíso para buscar el fondo perfecto de mar. Las fotógrafas sabían que el mandatario no quería que las aguas “estuvieran totalmente calmas” sino que pudiera “apreciarse el movimiento, las olas del Océano Pacífico”, cuentan.
Todo sobre ellas
La fotógrafa Paloma Palomino (Macul, Santiago) ha tenido una exitosa carrera desde sus inicios. Es conocida por sus retratos y por ser la fotógrafa de la campaña y luego del gobierno de Michelle Bachelet (2014-2018) desde su trabajo en la Secretaría de Comunicaciones (SECOM).
Su trabajo partió hace más de 10 años. Una exposición de fotos de la revista I-D en el Museo de Bellas Artes -que vio antes de salir del liceo Tajamar de cuarto medio- logró que Paloma se "rayara" como ella misma dice, con la fotografía. Sus papás siempre la apoyaron. Primero hizo un taller de fotografía en el legendario Foto Cine Club y luego entró al instituto Arcos, al igual que Valentina Palavecino. Ahí se dio cuenta que el arte que había elegido era un ambiente predominado por hombres principalmente y por eso es tan importante para ella trabajar con mujeres en la actualidad.
"Trabajar entre mujeres, es más de unión, de tú a tú, de cariño. Y yo ahora también me doy más entre mujeres y se me hace más fácil armar equipos", dice Paloma.
Sus primeras pegas fueron un poco de todo. Desde fotos a matrimonios a la conocida revista Ronda. También ha ganado premios que le permitieron hacer exposiciones que la hicieron destacar rápidamente en su rubro.
"No conocía a nadie en política, tampoco mucho de la ex Presidenta. Pero terminé respetándola, estuve cinco años retratándola", comenta Paloma respecto a su trabajo con Michelle Bachelet.
Luego de su trabajo como fotógrafa en la SECOM, realizó su última exposición en la galería Flach del barrio Lastarria, con las mejores fotos de su trabajo en La Moneda. Ahora es fotógrafa freelance y está trabajando en distintos proyectos vinculados al retrato.
Para la foto oficial, Macarena Nuñez (maquilladora) y Fernanda Requena (fotógrafa) fueron convocadas al equipo por Paloma. Ya habían trabajado antes juntas y son amigas. "Esta idea la sacamos con la Val y se la presentamos a las chiquillas. Siempre fue obvio que iba a hacer un equipo de puras mujeres y bueno, que iba a ser con el mar de fondo".
Paloma también le leyó a Súbela algunas de sus primeras anotaciones de la foto oficial. "Pensaba que en Santiago el mar no existe. Agua. Descentralizar. Futuro, Ecología, Movimiento. Anoté todas estas palabras. Que estuviera de pie, sin duda" dice en su libreta.
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Valentina Palavecino (Quinta Normal, Santiago), se crió en un matriarcado. Su madre y su abuela han trabajado toda su vida y nunca se han relacionado con la política. "Son mujeres muy fuertes, que cuidan", cuenta. Su gusto por el arte comienza con sus amistades y las posibilidades que se abren desde ahí. “Cada ser humano es un universo infinito, es lindo nutrirse de un otre”, cuenta a Súbela.
Siempre le gustó la danza, practicó ritmos latinos y urbanos, y en esa escena, empezó a sacar fotos en sus últimos años del colegio. Con su trabajo compró una cámara (Nikon 3100) y comenzó a sacar fotos en tocatas del ambiente alternativo chileno. Con 17 años une sus dos pasiones: observar y el amor por la música. Asistía en esos años a "Sesión Maestra" de la escena del rap y a festivales feministas como RuidosaFest.
Así fue haciéndose cada día más conocida. Gepe fue uno de los primeros artistas chilenos en reconocer su trabajo. Después Princesa Alba comenzó a compartir sus fotos y su ascenso sorprendió a la escena. Mandó su portafolio a distintos medios de comunicación y así partió trabajando para Solo Artistas Chilenos, plataforma de Cristóbal Galleguillos. “Pasé de hacer fotos desde el público, a entrar acreditada. Crecí en los pasillos de Bar Loreto registrando tocatas para llegar a cubrir festivales como Lollapalooza Chile y pisar la Quinta Vergara el 2020 en la Gran noche Feminista”.
"Valpa" como le conocen, también diseña portadas de discos, como es el caso del disco debut
de Dulce y Agraz, y dirige videoclips. La dirección creativa es una de sus pasiones y trabaja actualmente en los equipos de Francisca Valenzuela, Mon Laferte, Gepe, Soulfía, Bronko Yotte y entre otres. Tiene registros fotográficos que han sido compartidos por artistas como Rosalía y Nathy Peluso.
"Para mí es muy importante hacer archivo y memoria. Me siento muy documentalista, registrar las emociones que hay tras bambalinas es un honor y un honor también es mostrárselo a la gente, que sepan que detrás de un escenario hay trabajadores importantísimos que hacen posible el show que ven. La música chilena me ve así yo creo, como un álbum de fotos de momentos importantes", relata Valpa.
Su estilo está marcado por el análogo, pasión que comparten con Paloma y que la llevó a sacar la Polaroid del Presidente. También tienen en común que ambas estudiaron en el instituto Arcos, años difíciles para Val, ya que su familia no veía el arte como una posibilidad de vida (como muchas otras familias chilenas) "para poder hacerlo con mis amigas juntamos una vaquita para pagarme la matrícula y ahí comencé a estudiar. Mi mamá se enojó mucho conmigo, ella quería que estudiara una carrera tradicional", confiesa.
Palavecino ha estado muy conectada a la calles desde la revolución feminista del 2017, registrando protestas y cuerpos que se escapan del límite de lo hegemónico. Tuvo que ocurrir el estallido social del 2019, para que ella se involucrara mucho más en política y en retratos más íntimos.Así, recibe la invitación de la escritora Sofía Esther Brito para ilustrar con sus fotografías de mujeres protestando en el estallido social, el libro Por una constitución feminista (2020, editorial Pez Espiral).
Para Val que la foto presidencial fuera sacada por una mujer era esencial: "Hay una deuda histórica con cuerpos como los nuestros, y solo se agudiza si te identificas como lesbiana, trans, no binarie, pansexual e intersexual, por solo nombrar algunas siglas del LGBTIQ+. Nuestra visión como mujeres y disidencias es desde fuera, porque nos dejaron afuera. Pero en vez de pedir que nos abrieran la puerta nosotres construimos nuestra propia resistencia, y eso hace que nuestra mirada sea distinta, que seamos conscientes de otros detalles. Somos la otredad, es otra política. La tradicional invisibiliza si te quejas demasiado. Y aquí tienen su respuesta: en la unión está nuestra fuerza. Por eso hacer equipo con Paloma fue tan natural, hablamos el mismo idioma. Además, ella tiene una trayectoria impactante y la admiro mucho".
Todo sobre la foto
Paloma explica que pensaron en distintas luces del día para destacar los colores del mar y el cielo: "queríamos un retrato, que mostrara la geografía del lugar y no fuera un montaje". "Fue el concepto mar lo que hizo la diferencia", agrega Val Palavecino.
Todo estaba pensado. En la presentación de la propuesta recomendaron la posición de su rostro "semi perfil, así se ve más natural y ligera", explican.
En la misma propuesta de la foto oficial dice: "el objetivo es crear una foto original que rompa con algunos elementos de la tradición, porque la gran mayoría son muy parecidas, y segundo, generar una imagen que convoque a grupos de personas que no están convocados en este tipo de símbolos, como es el caso del mar".
Val Palavecino profundiza en esta idea "El mar es un símbolo de descentralización, no hay mar en Santiago, asi que rompemos con el protagonismo de la capital. El mar además acompaña a Chile, es majestuoso, tiene fuerza pero a la vez calma y transmite paz".
"Paloma dijo algo súper clave, tiene que ser una buena foto, que te genere reacciones, donde te puedas ver en ella. Quiero estar en algún consultorio y a pesar de no saber nada de fotografía, se me quede y siga pensando en ella. Eso me gustó, Chile es un país que ha tenido precarizado su arte y no lo ha querido mostrar, lo ocultó y lo censuró, por más de 17 años", nos confidencia Val.
Hacer una foto en exterior, con luz natural, no es nada fácil. Era imperante que el cielo estuviera despejado, y por eso, las fotógrafas chequeaban diariamente el clima para no encontrarse con sorpresas. "Que no estuviera despejado era lo que más nos inquietaba y en la playa se despeja tarde. Le pedíamos a gente de la región que nos mandara fotos del cielo, queríamos dejar los menos cabos sueltos posibles" cuenta Paloma.
La luz también fue difícil. Lograr una sombra en la parte izquierda de su rostro fue difícil. Empezaron a montar en el lugar pasadas las 11:00 de la mañana, una hora compleja para sacar la foto en exterior. Tampoco hubo mucho tiempo. Tuvieron que armar en 15 minutos el set porque la prisa a días del cambio de mando, tenía al Presidente Boric con una agenda apretada, por lo que el equipo tuvo que adaptarse a todas las modificaciones de último minuto propias de la vida política.
Los envidiosos dirán que la foto oficial tiene photoshop, pero la verdad es que los retoques mantuvieron el cuerpo y la piel del Presidente prácticamente intacta. “Por eso, era muy necesario que el trabajo de maquillaje fuera impecable y que lograra el mismo efecto de un rostro editado de manera digital”, dice Paloma. Ese trabajo fue realizado por Macarena Nuñez.
Sin embargo, entre todo ese frenesí hubo un momento de intimidad. La fotógrafa Val Palavecino decidió hacer dos polaroid del plano de la foto presidencial para regalarle una al Presidente Gabriel Boric. "Estaba feliz, firmó una de las fotos para mí y yo firmé otra que le di de regalo. Sin duda un día emocionante", recuerda Palavecino.
*Todas las fotografías de este fotoreportaje son de autoría exclusiva de Paloma Palomino y Valentina Palavecino.