Kamila Govorcin, DJ: “Me inspiro y concentro mejor en la oscuridad” 

La electrónica en Chile ha experimentado un notable ascenso, y Kamila Govorcin es una de sus pioneras. Desde sus comienzos en círculos clandestinos hasta sus presentaciones en escenarios internacionales, Kamila ha transitado con gracia diversos roles: fue una adolescente fan de Radiohead, luego ingeniera comercial y atleta profesional. Hoy, como productora y DJ, marca un nuevo hito con Al Otro Lado, donde explora por primera vez el uso de la voz con sonidos más pop. Este disco es un conjunto de ocho temas autobiográficos que lanzó a principios de julio en Matucana 100 con la banda Chicarica como telonera. 

Por Catalina Hernández / Revista La Lengua

La conversación con la DJ y productora Kamila Govorcin, precursora del género electrónico en el país, inicia con las cámaras encendidas. Ella desde Vichuquén y yo desde el centro de Santiago. 

  • Qué lindo, no sabía que vivías en Vichuquén.

Ella, en la tranquilidad de su living, sonríe. 

  • Sí, antes vivía en Cahuil, que está como a 45 minutos. Me vine porque mi mamá nació acá, así que es un lugar de toda la vida, además desde los veintitantos que ideaba un plan para arrancar un poco de Santiago, confiesa.  

** 

Es interesante conocer cada paso de Govorcin a lo largo de sus cuarenta años. Pareciera que cada una de sus etapas es totalmente distinta a la otra y que aun así, en conjunto, la construyen como alguien que no podría sino haber vivido todas esas vidas. 

Su camino fue muy lento, dice. Por distintas situaciones de la vida entró a estudiar ingeniería comercial, más bien por lo típico: ganar lucas rápido y el descarte de salir del colegio y entrar a una universidad sin saber muy bien qué buscar. “Tenía medio bloqueado el área creativa, pero no por presión social ni de mis papás, sino porque yo misma me ponía una barrera en ese ámbito. Quizás no me veía muy bien en ninguna otra parte, pero trabajando y estando inserta en ese sistema me di cuenta que realmente no funcionaba ahí”, explica. 

¿Cuántos años trabajaste como ingeniera?

Casi ocho años, de los que yo creo, los últimos dos fueron part time tratando de desarrollarme como DJ, conociendo más, tocando los fines de semana en fiestas súper chicas o esas cosas. Fueron por lo menos dos años intentándolo, pero sí, yo creo que me di cuenta progresivamente que no funcionaba en una oficina porque me estaba enfermando, estaba con una depresión terrorífica y no salía de ahí. Tomaba terapia, medicamentos, hacía mucho deporte (un dato importante, es que Kamila casi fue atleta olímpica. De hecho, estuvo viviendo seis meses en España porque un entrenador de allá la reclutó a ella y otra amiga para serlo). En realidad, las hice todas para cuidarme y también obviamente hacía cosas no tanto para cuidarme porque estaba colapsada. Mi forma de ser no resiste una pega de nueve a seis de la tarde. Tengo una mente mucho más creativa que necesita salirse de eso o si no me pudro, sinceramente.

¿Y la música también apareció junto con esta incomodidad?

Yo creo que fue parte de mí desde siempre, de cierta manera porque mi papá y mi mamá siempre fueron buenos para escuchar música, entonces agarré un gusto por la música. Y música muy variada desde muy chica, escuchaba harto Chemical Brothers, Ace of Bases o Radiohead igual, aunque super profunda escuchar eso a los diez años (jajaja). A esa misma edad aprendí a tocar flauta traversa y fui varios años flautista. De ahí lo dejé como a los dieciséis porque estaba haciendo deporte, entonces no me daban los tiempos y tenía que elegir. En estos años donde estaba trabajando como ingeniera comercial y habitaba este hoyo del que no salía, me puse a escuchar mucha electrónica. Ahí me bajó el bichito para buscar y buscar más música. La electrónica me mantenía activa, me daba ánimo, me ayudó a salir de la depresión. Ahí dije ´esto me hace sentido´, me prendió adentro una llamita que se me había apagado. 

Sacar la voz como proceso evolutivo 

¿Cómo describirías la evolución y la versatilidad de tu sonido a lo largo de los años?

He tocado como DJ en una gran variedad de estilos. Hay épocas en las que he estado más techno, otras más house, más electro y así. Con el tiempo he aprendido a adaptarme a la fiesta, según lo que se necesite. Me gusta poder mezclar de todo un poco y sorprender a la gente que va a bailar. Ahí es cuando mejor lo paso, pero no en todas partes se puede, ya que hay fiestas que tienen un sello específico, pero cuando se da, conecto mucho con la música y el disfrute.

¿Cuál fue la inspiración y el proceso detrás de tu nuevo álbum, especialmente al explorar tu voz por primera vez?

Siempre he producido música que no tiene como objetivo principal pegar en la pista de baile. Me salen cosas más abstractas o suaves. Manteniendo esa línea y pensando en la cantidad de música electrónica que hay, busqué una identidad más potente. Este disco nació de un periodo complejo.

Al principio, obvio que nació como una necesidad de expresar y comunicar mis propios sentimientos. Nunca había cantado. Y bueno, fue parecido a cuando me metí al mundo de la producción, pura intuición. Igual trabajé con productores como Vicente Sanfuentes y Martín Pérez Roa, que me ayudaron a procesar mi voz. Este disco, al final, es una transformación personal y una alquimia de sentimientos. Algunas letras salieron en el momento, otras les di muchísimas  vueltas. Siempre hubo una noción de hacia dónde quiero que vaya la canción. Pero ahora en particular, este trabajo se basó en pensamientos, cosas que he escrito, cosas que he hablado con mi psicólogo o situaciones que me dan vueltas en la cabeza.

Aunque muy honestamente, me cuesta decir qué cosas me inspiraron para hacer este disco, porque igual trato de mantenerme muy al margen de copiar. Siento que eso lo veo tanto en la música actual que no quiero hacer lo mismo, obviamente escucho un montón de música y me inspiro. Por ejemplo en este trabajo me inspiré en las primeras cosas de Solange, o de Grimes, pero no sabría decir algo en particular porque es una acumulación de influencias que se van marcando. Hoy en día veo muchos artistas o productores que dicen "ya, quiero sonar como esa canción", y van y la copian. Está bien, son técnicas y no estoy en contra, pero a mí no me hace sentido porque es como que me hiciera trampa a mí misma. 

¿Son todas las canciones autobiográficas?

Sí, todas son autobiográficas. Es como tener acceso a los apuntes del psicólogo.  La creación de este álbum fue un proceso de un par de años. Empecé en 2021, probando muchas cosas y desechando otras. En 2022 hice un live en Brasil que marcó el inicio de los primeros sonidos del disco. El proceso fue continuo, con cambios y experimentaciones hasta su lanzamiento.

¿Cómo fue tu rutina creativa para la creación de este disco?

Trabajé casi siempre de noche. Me inspiro y concentro mejor en la oscuridad. Parto investigando, probando distintos softwares o sintetizadores digitales. A veces empiezo por las baterías, otras por un bajo, depende de lo que me llame la atención en ese momento. Me acuerdo que escuché harto a la Mamacita, que me encanta, o Chicarica. También observé cómo trabajaba Rubio y Entrópica, pero mi objetivo siempre fue encontrar mi sello propio. 

¿Qué se viene ahora posterior al lanzamiento?

Estoy profesionalizando más el disco porque el lanzamiento fue un piscinazo. Me ofrecieron Matucana 100 y fue una oportunidad para mostrarlo y sacarlo porque seguía aplazando su debut. Igual lo de Matucana me sirvió para darme cuenta que necesito un equipo de gente clave, iluminadora, sonidista, quizás alguien en el escenario para yo estar más relajada tocando, así que estoy en ese periodo, profesionalizar mucho más la puesta en escena y trabajar en algunas canciones para hacer un show un poco más largo. 

¿Y qué fue lo último que escuchaste?

Después del lanzamiento he estado inmersa en muchísimas cosas, evaluando Fondarts, algunas cosas personales, trabajando en detalles, entonces no he escuchado con atención tanta música. Pero tengo una recomendación, un disco que me ayudó mucho mientras armaba un live más experimental que me tocó hacer. A mí me gusta escuchar cosas antiguas igual, como este sonido en particular, el disco se llama Present y es de Sun electric.