Nasser Abu Baker, presidente del Sindicato de Periodistas de Palestina: “La comunidad internacional tiene que hacer responsable a Israel por el asesinato de periodistas”
Nasser Abu Baker es un hombre alto y delgado, con el cabello moteado de canas, y las arrugas de su cara parecieran mostrar más experiencia de la que se puede esperar de un hombre vestido con tal prístino traje.
Con más de treinta años de carrera en el periodismo, la mañana del sábado 4 de mayo se encontraba en Chile para hablar de la situación que viven los periodistas palestinos en Gaza en la Embajada del Estado de Palestina en Chile.
Como presidente del Sindicato de Periodistas de Palestina, Nasser Abu Baker visitó Chile para recibir, en representación de sus colegas que hoy cubren la masacre en Gaza, el Premio Mundial de Libertad de Prensa Unesco/Guillermo Cano 2024.
Creado en 1997, el galardón distingue anualmente a “una persona, organización o institución que haya contribuido de forma notable a la defensa o promoción de la libertad de prensa en cualquier lugar del mundo, especialmente, si tal contribución se realizó bajo circunstancias de riesgo”.
Fue nombrado en honor al periodista colombiano Guillermo Cano Isaza, quien fue asesinado frente a las oficinas de su periódico El Espectador en Bogotá, Colombia, el 17 de diciembre de 1986.
La ceremonia de premiación se realizó en Santiago en el marco de la 31° Conferencia del Día Mundial de la Libertad de Prensa, y la visita de Abu Baker fue recibida por la embajada de Palestina con el respeto debido a un periodista que arriesga la vida todos los días cubriendo el genocidio que ocurre en la distante Franja de Gaza.
Chile es el país con la mayor cantidad de palestinos fuera del mundo árabe. Siendo una comunidad que lleva una larga historia de migración buscando refugio, encontrar un trozo de tu pueblo en otro continente se debe sentir un tanto menos solitario.
En la actividad de la embajada, al acercarse al podio, se explica que el presidente del sindicato decidió dar su discurso en su natal árabe. A su lado se encuentra Fuad Dauabe, un hombre de tercera edad que traduce lo que dice Nasser, y que trabajó en comunicaciones en la embajada de Palestina por más de veinte años.
“La justicia se logrará solamente cuando sean condenados los criminales que atacan a los periodistas en Gaza”, traduce al español Fuad Dauabe. “Esta es la más horrible de las matanzas de periodistas desde que existe el periodismo en el mundo”, protesta en árabe Nasser Abu Baker.
Según relató el promio Abu Baker, “he recibido llamadas de periodistas desde Gaza, donde dicen sentirse muy alegres por este premio, a pesar de que han perdido 135 de ellos hasta ahora”. “Es una alegría basada en la tristeza”, explicó.
“Nuestra pérdida es enorme”, explicó el periodista palestino, “toda la prensa en Gaza ha sido destruida. Cinco periodistas en estos momentos están desaparecidos, más de cien están detenidos, centenares de familiares de periodistas han sido asesinados, mil quinientos hogares de periodistas han sido demolidos, sus hijos se han convertidos en huérfanos”.
Según denunció el presidente de la organización de comunicadores, “los periodistas trabajan bajo los bombardeos, en medio de los cadáveres de los asesinados, sin alimento ni agua, cortan las comunicaciones y el internet”.
“Esto lo hace Israel para que el mundo no conozca la realidad”, enfatizó Nasser Abu Baker.
Una democracia incompleta
Después del discurso frente a la prensa, la parte más formal de la actividad organizada por la embajada, Nasser Abu Baker se sentó en el sofá del salón anterior al gran patio de la casona de Las Condes.
Pide café negro, sin azúcar - en la embajada prepararon “verdadero café”, una receta árabe donde se prepara la bebida en una olla -, encendió un cigarrillo y apoyó los codos en las rodillas, inclinándose instintivamente más cerca de la grabadora.
“Tomo mucho café y fumo mucho”, dice en inglés, antes de comenzar la entrevista.
A nadie parece extrañarle el hecho de que fume en el interior del edificio, a pesar de que el ventanal por el cual se accede al patio trasero estaba abierto. No era el único que lo hacía, otras personas que hablaban en árabe lo imitaron con naturalidad.
Antes de poder responder la primera pregunta, se acercó un hombre alto, con la tez oscura y un grueso acento en el inglés. Vestía un traje negro con un pequeño pin con la bandera de Sudáfrica en la solapa de la chaqueta. Era uno de los miembros del equipo diplomático del país africano.
Se dan un caluroso apretón de manos, y el diplomático le habló a Abu Baker: “Nosotros seguimos las instrucciones de Madiba el antiguo presidente Nelson Mandela”, explicó en inglés, “y él decía que nuestra democracia siempre estará incompleta sin …”
“¡… Sin la libertad de Palestina!”, terminó emocionado Nasser.
Luego de ser interrumpidos por otra diplomática, esta vez por la representante de un país centroamericano, Nasser Abu Baker vuelve a encender un cigarrillo y no pestañea dos veces al ver que lo imito cuando me ofrecen uno.
Para él y sus colegas en Gaza, el reconocimiento otorgado por la Unesco “significa que las personas y las Naciones Unidas reconocen que los periodistas palestinos están sufriendo, y que se debe implementar justicia por ellos”.
Según explicó Abu Baker, los comunicadores en el conflicto “trabajan en una muy crítica y peligrosa situación: el constante bombardeo del ejército israelí”.
La ocupación del ejercito sionista ha significado la destrucción de los medios de comunicación en la Franja de Gaza: “más de veinte radios fueron demolidas, y también las oficinas de la prensa arábica y extranjera”, ejemplificó el periodista.
“Estamos muy contentos, y al mismo tiempo tristes, por el premio, y seguiremos trabajando en nuestro rol para conseguir justicia para Palestina”, explicó Nasser, "pero eso no sucederá hasta que no consigamos hacer responsable a Israel en la Corte Internacional de Justicia”
Nasser fue claro al especificar que “no hay protección a nuestros periodistas sin hacer responsable al ejército israelí”.