El fracaso del Censo 2012 y los cuestionamientos que enfrenta actualmente la encuesta nacional
El pasado sábado 9 de marzo se dio inicio al Censo 2024, proceso que tendrá una duración de tres meses, por lo que se extenderá hasta el 2 de junio de este año. Durante ese tiempo, se aplicará un cuestionario a los millones de hogares de los habitantes del país.
La instancia está liderada por 24 mil censistas que recorrerán Chile para, para recoger “información fidedigna y de calidad de todas las personas, hogares y viviendas del país".
“Nuestro Censo es el operativo estadístico más grande del país. Es importante para un conjunto muy amplio de políticas públicas y para toda nuestra arquitectura estadística”, explicó el ministro de Economía Nicolás Grau cuando inició el proceso.
El Censo es una herramienta que recopila información sobre la población, los hogares y las viviendas en un país en un momento específico. Los resultados de este proceso son utilizados por un periodo promedio de 10 años y son esenciales para que el Estado tome decisiones informadas y diseñe políticas públicas que beneficien a la sociedad.
Existen dos tipos de Censo, el de Hecho y el de Derecho, el primero se desarrolla en un sólo día, el cual es declarado feriado. En esa modalidad, se registran las personas que pernoctaron en la vivienda durante ese día y los censistas son voluntarios.
Por otro lado, el Censo de Derecho, es aquel que ocurre durante un periodo mayor, este registra a las personas que residen habitualmente en la vivienda, aun si no se encuentran presentes en el momento de la visita de los encuestadores. Los censistas son capacitados y reciben remuneración por el trabajo realizado.
Este último es el que se está realizando en esta oportunidad. Anteriormente, en 2017 se realizó uno de Hecho, bajo el gobierno de Michelle Bachelet, el que debió realizarse luego del fracaso de Censo de 2012.
El peor Censo de la historia
En el año 2012s e realizó un Censo de Derecho bajo la gestión del gobierno del expresidente Sebastián Piñera y liderado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Este fue calificado como “el peor Censo de la historia”, debido a una serie de irregularidades que se presentaron en el proceso.
Los periodistas Boris Bezama y Mónica González, a través de una investigación para Ciper, descubrieron que el director del INE manipuló las cifras a su favor, provocando una serie de errores que dejaron como resultado un proceso erróneo.
En el reportaje “El director del INE habría manipulado las cifras del Censo 2012”, dieron a conocer que las cifras fueron alteradas, lo que trajo un fuerte cuestionamiento al organismo estatal que entrega importantes índices para el país.
“Nosotros advertimos que habían situaciones anómalas y luego vimos una nota que anunciaba la renuncia de los asesores de confianza del director del INE. Ese fue el dato gatillante que nos hizo investigar para saber qué estaba pasando”, explicó el periodista Boris Bezama.
Según la información que recabaron, el principal error que contenían los resultados se relacionaba con el universo censado, en el que se presentó que la población estimada correspondía a 16.600.000 personas, mientras que la cifra que fue efectivamente censada llegaba a los 15.800.000. Esto, debido a que en la primera se incluyó a quienes efectivamente habían respondido la encuesta, pero también a los moradores ausentes.
Para el reportaje, uno de los jefes técnicos del INE, afirmó a CIPER: “Y como el director quería llegar a un 2% de omisión, y no fue así, hizo calzar los datos. Así de simple”.
“Fue un golpe periodístico y además, era complejo meterse en este tema, era difícil, pero habían muchos datos que eran sabrosos respecto a las contrataciones que tenía el director del INE y sobre su gente de confianza. Eso fue lo que finalmente revelamos en esta investigación”, explicó Boris Bezama sobre el reportaje.
Fuentes revelaron a Ciper que durante una de las últimas reuniones del equipo de Censo 2012, miembros del equipo técnico del INE insistieron, basados en las recomendaciones internacionales, que debía quedar clara la diferencia entre las cifras si se consideraba la que incluía a los moradores ausentes o viviendas que no lograron ser censadas por falta de cobertura.
Sin embargo, pese a ser advertido, eso no ocurrió. Además, se informó que cualquier tabulado posterior, debía hacerse sobre la “población censada” y no sobre la población estimada que incluía a los moradores ausentes, acción que no sucedió y generó una serie de datos erróneos que hicieron que el censo del 2012 sea considerado como el “peor de la historia”.
“El presidente Piñera, cuando nosotros publicamos el reportaje, le pidió el mismo día la renuncia al director del INE y a partir de eso intervino el instituto y generó dos instancias para que evaluaran la calidad del Censo hasta ese momento”, explicó Bezama.
Según recordó el periodista, “se generó una instancia nacional donde había diversos especialistas que determinaron que había sido manipulado y que había que repetirlo. Ante eso, el presidente Piñera pidió otra investigación a una comisión internacional que determinó que no se debía realizar nuevamente. Creo que ahí se empezó a jugar políticamente con un instrumento técnico para demostrar que esto había servido y no echar a la basura una cantidad importante de dinero”.
Cuestionamientos al proceso actual
Han sido días complejos para el Censo 2024, semanas en los que se ha cuestionado el proceso, así como también la participación de los censistas.
Desde el Gobierno y el Instituto Nacional de Estadísticas insisten en que es una herramienta solo con fines estadísticos y que no será mal utilizada bajo ningún punto por el Estado.
Durante la jornada del jueves, el ministro de Economía, Nicolás Grau, hizo un llamado a la población a confiar en el proceso y pidió que “abran la puerta al Censo”.
“Nuestro llamado es a que abran la puerta al Censo. Esto es importante para las políticas públicas. Un buen Censo permite que después se asignen bien los recursos, un buen Censo permite, por ejemplo, identificar demandas, identificar necesidades”, explicó el secretario de Estado.
Sobre los constantes cuestionamientos y fake news que han surgido en las últimas semanas, Nicolás Grau explicó que “hay un secreto estadístico que el INE tiene que proteger, por razones legales incluso, y, por tanto, la población puede contestar con total tranquilidad que ninguna información que se entregue en esa encuesta, va a tener una consecuencia directa para ellos, sino que, por el contrario, lo que va a permitir es hacer un buen diseño de políticas públicas”.
Además, hizo un “llamado a la confianza de la población”, en el desarrollo de la encuesta, ya que significa “un proyecto país, un proyecto de Estado, de la sociedad, que es relevante para todos nosotros”.
El exministro de Economía, Lucas Palacios, también se refirió al respecto: “Este Censo es más completo, es más profundo y permite depurar las políticas públicas para las personas que necesitan de las políticas públicas para poder salir adelante, para esas familias está orientado este Censo”.
¿Qué debemos saber del nuevo Censo?
Gracias a esta herramienta se podrá conocer información para gestionar políticas públicas durante los próximos 10 años, sobre materia de construcción de vivienda, hospitales, escuelas y servicios públicos y privados que conforman el país.
Para identificar a los censistas, estos portarán la vestimenta correspondiente, que contará con el logo del Instituto Nacional de Estadísticas. También tendrán en su poder una credencial con la que la población podrá identificar la identidad del encuestador para hacer del proceso uno más seguro.
El formulario podrá ser tomado de lunes a domingo entre las 9 y las 21 horas y a diferencia de otras ocasiones, los censistas no deberán ingresar a las viviendas durante el momento de aplicar la encuesta.
El periodista Boris Bezama opinó sobre el proceso actual y dijo que “los encuestadores empiezan a trabajar cuando todo el mundo se va y terminan cuando la gente llega, por lo que no encuentran a las personas. Me imagino que esto debe estar advertido, pero igual es un ruido”.
Sobre esto y los problemas que podría significar, se optó como medida de solución que en caso de no encontrarse en la vivienda al momento de la visita, se agendará una segunda instancia, de no participar de esta, se entregará un código único para responder en línea.