Elecciones en Argentina: La incierta segunda vuelta entre el peronismo de Massa y la ultraderecha de Milei
Argentina está viviendo una incertidumbre política de cara a las elecciones presidenciales del próximo 19 de noviembre: Sergio Massa, candidato de Unión por la Patria, logró una inesperada victoria - con un 36,68% - sobre sus principales rivales, Javier Milei (30%), de La Libertad Avanza, y Patricia Bullrich (23,83%), de Juntos por el Cambio.
El resultado fue sorpresivo, ya que la mayoría de las encuestas señalaban al candidato libertario como el ganador de las Elecciones Generales, sobre todo por los resultados de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). En la categoría de voto a presidente, la fuerza más nueva, creada en torno a la candidatura del economista Javier Milei, se impuso en 16 provincias, del total de 24 distritos del país. En seis de ellas ganó sin haber hecho campaña presencial: Salta, Misiones, San Luis, La Pampa, Santa Cruz y Jujuy.
Además, Milei fue el candidato presidencial más votado en Córdoba, Tucumán, Santa Fe, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut y Tierra del Fuego. En 12 de esos distritos sus votos superaron el 35%.
La fuerza oficialista, Unión por la Patria, cuyo candidato es el actual ministro de Economía, Sergio Massa, fue la más votada en solo 5 distritos, pero se impuso en la provincia de Buenos Aires, la de mayor número de electores con 13 millones de votantes.
A pesar de aquellos resultados, las Elecciones Generales entregó un resultado inesperado que dejó a los trasandinos en un escenario incierto y al resto del continente atento ante la posibilidad de que un nuevo candidato de ultra derecha llegue a la presidencia.
Factor miedo: las consecuencias de la resistencia a Milei
Resulta impresionante que, pese a estar viviendo una profunda crisis financiara, el actual ministro de Economía resultara ser el candidato más votado a nivel nacional. La inflación alcanzó los tres dígitos por primera vez desde 1991, la pobreza afecta al 40% de la población y el salario mínimo argentino ha pasado a ser uno de los más bajos de América Latina. Pese a todo, la sorprendente fuerza de los peronistas, que han ganado 10 de las últimas 13 presidenciales, volvió a vencer las expectativas.
“Lo que operó en esos casi dos meses de distancia entre primarias y las generales fue que se empezó a conocer cuál era el ideario que venía sosteniendo Javier Milei y que asustaron a gran parte de la población”, explica Agustín Frizzera, licenciado en Sociología y Magister en Gestión Urbanística. Además, es Director Ejecutivo de Democracia en Red, miembro de la Red de Innovación Política de América Latina del Consejo Estratégico de Convergencias Latinoamericanas de Innovación Política y co-fundador del Partido de la Red.
“Cuando se veía que Milei iba a ser el candidato que se iba a imponer, se agravó muchísimos la situación argentina, desde el punto de vista económico: el peso, que nunca fue fuerte y que viene con muchísimos problemas, tuvo corridas importantes y la expectativa era de mayor devaluación”, especifica Frizzera.
“Frente a eso, el candidato de La Libertad Avanza festejaba, porque para él con un peso tan deprimido iba a resultar más fácil el proceso de dolarización. Me parece que eso muestra cierta insensibilidad y poner por encima un ideario muy rígido”, añade el co-fundador del Partido de la Red.
El candidato de La Libertad Avanza - coalición ultraconservadora que fue fundada hace dos años-, Javier Milei, se ha proclamado “anarcocapitalista” y “enemigo del Estado”. Dentro de sus medidas están la dolarización de la economía, mediante una "competencia libre de monedas", así como la eliminación del Banco Central y una drástica reducción del tamaño Estado, suprimiendo ministerios, eliminando obra pública y privatizando las empresas estatales.
Milei tiene opiniones que muchos califican como contradictorias: se opone al aborto y apoya el porte de armas, pero defiende el matrimonio homosexual y la legalización de drogas. Niega el cambio climático, diciendo que aquello formaba parte de la “agenda socialista”.
Según Ignacio Labaqui, profesor de Política Latinoamericana y Teoría de las Relaciones Internacionales en la Universidad Católica Argentina, Milei fue funcional para Sergio Massa hasta que el apoyo a su candidatura se salió de control. “La expectativa que tenía Massa y el peronismo es que la candidatura de los libertarios iba a dañar mucho más a juntos por el cambio que al peronismo”, explica el analista senior en Medley Global Advisors.
“Si uno mira los resultados de las primarias, lo que ves que Milei efectivamente le quitó votos a Juntos por el Cambio, pero le fue muy bien en provincias donde el peronismo solía obtener victorias arrolladoras”, argumenta Labaqui.
A pesar de los resultados preliminares de las elecciones PASO, los analistas coinciden que el resultado del pasado 22 de octubre se debió principalmente al temor que generó Javier Milei. Un estudio del Observatorio de Psicología Social de la Universidad de Buenos Aires investigó en septiembre las razones que impulsan a los votantes a elegir a sus candidatos de cara a las elecciones, donde un 52% de los 5.533 encuestados aseguró que votaría por Sergio Massa porque "Javier Milei o Patricia Bullrich generan temor".
La supervivencia del peronismo
Juan Domingo Perón y su esposa Eva Duarte de Perón son dos figuras claves de la historia argentina; los últimos 70 años de política han estado determinados por el apoyo u oposición al movimiento peronista.
Perón fue un político, militar y escritor argentino, y la única persona elegida tres veces presidente de la Nación Argentina. Además, fue una vez vicepresidente de facto. El peronismo surgió en la década de 1940 alrededor del entonces coronel, un militar y funcionario en ascenso de la dictadura iniciada en 1943 - dirigida por los presidentes de facto Pedro Ramírez y luego Edelmiro Farrell.
En 1945, Perón fue encarcelado por el propio gobierno al que pertenecia, y el 17 de octubre de ese año miles de sus seguidores, trabajadores conocidos como "descamisados", se movilizaron pidiendo su libertad. Tras recuperarla, Perón ganó por primera vez las elecciones en 1946, compitiendo por el Partido Justicialista, nombre oficial del peronismo como fuerza política que se mantiene hasta hoy, y se convirtió en presidente de Argentina. Fue reelecto en 1952, tras modificar la Constitución.
Durante sus dos primeros gobiernos, Perón consolidó su popularidad con leyes y asistencia social enfocadas en los trabajadores y los más humildes, centrado en los derechos sociales y laborales en el marco de la justicia social. Su segunda esposa, Eva Duarte de Perón --o, simplemente, "Evita"--, impulsó a su vez el voto femenino. A través de esta movilización social Perón se convirtió en la primera persona en ser elegido por sufragio universal (voto masculino y femenino).
Para una parte de la población argentina, Perón y Evita se convirtieron en mitos vivientes y son venerados hasta hoy casi de manera religiosa. Tanto así que el cuerpo de la "abanderada de los humildes", como fue conocida Eva, fue robado luego de que la junta militar posterior al gobierno de Perón quisiera deshacerse del cuerpo.
El peronismo es una corriente política originada a partir de una doctrina nacionalista popular y una base sindical. En su forma partidaria, se organizó primero como Partido Laborista, luego como Partido Peronista, renombrado posteriormente como Partido Justicialista.
A partir de las últimas elecciones, el peronismo construyó otra agenda de posibilidades y, sobre todo, demostró un ADN sobreviviente. Mientras las otras fuerzas crecieron poco o decrecieron, Unión por la Patria mejoró su performance casi un 9% con respecto a las primarias. Pese a que el peronismo había perdido más de 6 millones de votos entre las generales de 2019 y las PASO de 2023, Sergio Massa obtuvo casi 300 mil votos más que Scioli en las generales de 2015.
Sergio Massa se describe como un candidato no continuista, alejándose de las figuras de Alberto Fernández, actual mandatario de Argentina, y de Cristina Fernández de Kirchner. Además, en su rol como actual ministro de Economía, administró políticas reparadoras para afrontar la inflación: puso 3 billones de pesos en la calle.
Durante su campaña criticó abiertamente las propuestas de Milei, actitud que se traspasó a otros opositores del líder libertario. Algunos miembros del gobierno argentino participaron en la campaña, invitando a los votantes del candidato ultraliberal a renunciar voluntariamente al subsidio estatal a boletos de autobuses y trenes.
De esta forma, el peronismo buscó despertar la fibra peronista: gestos de distribución y cuidado de la base social que el peronismo piensa y reclama como parte de su historia: los sectores populares y las clases medias golpeadas.