Björk y Rosalía colaboran en canción de protesta contra la piscicultura en Islandia
Imagen: Captura de pantalla del videoclip
“Ayudemos a luchar contra la crianza de peces en Islandia”, así se titula el videoclip que Björk compartió a través de sus redes sociales y YouTube. Una colaboración junto a Rosalía, cuyos fondos irán en apoyo de la lucha contra la piscicultura en Islandia.
En poco más de un minuto de duración, Björk colabora con Rosalía en una canción benéfica. El tema se encuentra disponible en YouTube junto con un video que describe los motivos que lo inspiraron, mientras se escucha repetidas veces la frase: “¿Es eso lo correcto? Simplemente no lo sé”.
La letra cantada a capella hace alusión a la piscicultura en el fiordo Seyðisfjörður, lugar en el que grupos de protestantes se están manifestando en contra de esta práctica. Las ganancias de la canción irán en apoyo de sus costos legales.
Piscicultura en Islandia
Björk describe que en Islandia está la mayor masa de naturaleza virgen de Europa, y que los peces han nadado libremente en lagos, ríos y fiordos. Sin embargo, “cuando los empresarios islandeses y noruegos empezaron a comprar granjas de peces en la mayoría de nuestros fiordos, fue una gran sorpresa y se convirtió en el tema de conversación principal este verano”.
La cantante continua: “No entendemos cómo pudieron hacer esto durante una década sin que casi ninguna regulación los detuviera. Esto ya ha tenido un efecto devastador en la vida silvestre y los peces de piscifactoría viven en condiciones horribles de salud”.
Incluso, Björk menciona que muchos de los peces han escapado, lo que ha provocado que el ADN del salmón islandés empeore y, eventualmente, podría terminar en su propia extinción.
De acuerdo con la información de Factory Farming Awareness Coalition, la piscicultura consiste en “criar peces comercialmente en un entorno cautivo, para matarlos y venderlos para el consumo humano. Los peces de piscifactoría suelen criarse en masa en condiciones antinaturales y súperpobladas, y su bienestar se ignora en gran medida”.
Además, la industria de la psicicultura puede causar daños ambientales significativos. Entre ellos, la pérdida de biodiversidad y la liberación de sustancias químicas peligrosas al medio ambiente.