Geroactivismo: El feminismo de las mujeres de la tercera edad

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¿Sabías que existe un feminismo enfocado en los derechos de las mujeres mayores? ¿Conocías el término ‘viejismo’? En el panel feminista de Café con Nata y Corporación Humanas conversamos con Agnieszka Bozanic, fundadora de GeroActivismo, quien nos aclaró algunas dudas sobre este tema.




El término ‘abuelita’, el asistencialismo y el miedo a envejecer, son parte de una cultura que no ve a les adultes mayores como personas autovalentes. El trabajo doméstico junto a una sexualidad invisibilizada, son algunas de las demandas de un geroactivismo que lucha por los derechos de las mujeres de la tercera edad.




En el panel feminista de Café con Nata y Corporación Humanas, recibimos a Agnieszcka Bozanic, fundadora de GeroActivismo. Agrupación que se dedica a reivindicar a un porcentaje de la población que suele ser mirada en menos por una sociedad cada vez más enfocada en lo joven. Aquí te dejamos un extracto de lo que fue esta entrevista.




De repente se nos mezcla el cariño y terminamos hablando de manera paternalista. Así que como primera pregunta, ¿qué es el viejismo y el geroactivismo?




El viejismo es una discriminacion por motivo de edad a las personas mayores. Es un subtipo de discriminacion, paragua del edadismo y se da transversalmente. Lo hemos sentido cuando éramos chicos, la mesa del pellejo por ejemplo. O cuando nos preguntan ¿cuando la guagüita? así como que se nos va a pasar el tren. Pero en el caso de adultos mayores, esta discriminacion tiene diferentes componentes, están los estereotipos que son las creencias, y los prejuicios. Una creencia viejista podría ser que las personas mayores son objeto de caridad y protección, que hay que asistirlos. Y un prejuicio, la sensación de que las personas no están en edad de hacer cosas. Pasa en los constituyentes mayores como ‘viejito, déntrese’ y que deriva en conductas discriminatorias. Este tipo de discriminación tiene consecuencias a nivel físico. En estudios, se ha encontrado que las personas que lo interiorizan negativamente viven hasta 7,5 años menos que las personas que viven su vejez en libertad. Estas personas tienen más depresión y una mayor sensación de soledad. Y también hay consecuencias económicas. Algunos estudios de Estados Unidos dicen que allá se pierden 63 billones al año por concepto de viejismo. Entonces es un problema de salud pública que no se aborda mucho.




Pero, ¿no se aborda por esta discriminación? 




El viejismo es estructural, desde las políticas públicas. Por ejemplo, el Transantiago es un transporte viejista, no está pensado para adultos mayores. Las ciudades tampoco son geroactivistas, no están pensadas como tal. Se tiene esta concepción de que las personas mayores son un gasto, pero es lo opuesto. Hay estudios que avalan que las mujeres mayores son las que hacen las tareas domésticas, cuidan a sus nietos, limpian la casa, es un trabajo invisibilizado. Aportan al PIB una cantidad de dinero mucho mayor que otros items. Entonces, es una falacia decir que las personas mayores son un gasto. Es esta concepción capitalista de que quien no produce es ciudadano de segunda clase.



Me persigue este tema porque siempre me paso el rollo de la vieja que quiero ser. Ojalá tuviera la oportunidad de decidir la forma en que quiero llevar mi vejez. Pero nunca lo pensamos y sino lo vemos como algo negativo. ¿Cuándo te transformas en activista y decides que hay que luchar por la vejez de cada una pero también por la de todes?




Yo creo que es una buena pregunta porque hay que pensar que todes vamos a llegar allá.  No solo tenerlo como esta visión altruista de ayudar a un otre, sino que pensarlo por las vejeces propias del mañana. No vamos a querer que nos traten de una manera paternalista porque tenemos canas, y lamentablemente el viejismo afecta el doble a las mujeres. Ya lo decía Susan Sontag, las mujeres envejecemos mientras que los hombres maduran. Este doble estándar de la vejez y que a nosotras se nos penaliza. Si observamos los medios de comunicación, vemos que son propaganda y publicidad que nos apunta a nosotras, que no podemos tener canas, que no podemos envejecer. Entonces, es importante tomar el activismo como una forma de vida. Que no se piense que tenemos que hacer cosas grandes y maravillosas; que también son importantes, pero que en la cotidianidad también podemos hacer la diferencia. Como, por ejemplo, boicotear estas marcas que no nos permiten vivir nuestra vejez con tranquilidad y que nos siguen metiendo en la cabeza estos estereotipos negativos.




¿Cuáles son las cosas que según tú deberían cambiarse en una nueva constitución?




Hay que cambiarlo todo. Yo creo que esta es una oportunidad única de poder hacer muchas cosas importantes. Partiendo por cambiar la visión paternalista y condescendiente hacia las personas mayores. Si partimos de ahí, eso va a permear las otras áreas, a todos los derechos fundamentales que podamos pensar para las personas mayores. Y lamentablemente, ni los candidatos ni los constituyentes tienen a las personas mayores como un ítem importante. Desde un eslogan muy viejista de algún candidato, hasta una propuesta que no tiene un enfoque gerontológico crítico, ni un abordaje intersectorial ni interseccional. Porque cuando hablamos de feminismo se habla del aborto, que yo estoy completamente a favor, pero no hablamos de otras tematicas que atañen a las mujeres mayores como las tareas domesticas o derechos sexuales. Porque las mujeres mayores también tienen sexo. Entonces, creo que todavía la mirada está muy suscrita con que a las personas mayores hay que cuidarlas; siendo que en Chile el 84% de las personas mayores son autovalentes. Tiene que existir un cambio de visión que ayude a ver a las personas desde la otra vereda.




En la reunión de pauta nos preguntamos sobre el abuelitear. Desde el geroactivismo, ¿Cómo podemos tratar con mayor dignidad a las personas mas grandes y no cometer errores al hablar?




Las invito a revisar la guía de comunicación responsable para las personas mayores que desarrollamos junto a la Bricofem. Así muy corto por el tiempo, te digo que abuelita y abuelito no, a menos que sea tu familiar. Anciano tampoco, ojalá preguntarle su nombre. Preguntarles cómo quieren ser llamados, porque hay gente que le gusta que le llamen abuelitos, pero considerar a las personas como fuente de información a la que puedes ir y preguntarles. 



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