La nueva moda es el pasado

sustentable.jpg

El pasado está llegando para tomar nuestras vidas. Instagram está siendo invadido por emprendimientos que van desde ropa usada hasta toallitas higiénicas de tela.

La vida sustentable es un concepto que se está haciendo familiar en la mente de la gente, sobre todo en las nuevas generaciones. Cada día son más los que quieren aportar su granito de arena para ayudar al mundo y esto muchas veces va de la mano con conceptos como lo es cruelty free (sin crueldad animal).

Cada vez que nos metemos a Instagram son más y más los emprendimientos que quieren ser parte de este mundo. Estos van desde cosmética cruelty free, ropa usada, bananos hechos con telas reutilizadas y hasta toallitas higiénicas de tela.

Muchos dirían que esto es como volver al pasado, pero eso no tiene porque ser malo. Es sabido que la contaminación que produce la ropa hecha en grandes cantidades para tiendas muy grandes es importante y cada día un poco más cuestionada. Por otro lado, muchas personas están prefiriendo comprar cosmética no testeada en animales y así contribuir a que estos dejen de ser utilizados como un experimento. 

Las toallitas de tela pueden ser las que más te remonten al pasado, pero son una muy buena opción para las que no se atrevieron con la copita o simplemente nunca pudieron usarla. Esta opción permite que los desechos producidos por usar toallas higiénicas (se demoran entre 500 y 800 años en degradarse) sean mucho menores, ya que uno lava su toallita y puede volver a usarla. 

Además, varias veces han dicho que las toallitas higiénicas tienen componentes químicos que le hacen mal a la persona una vez que entra en contacto con ella. Esto se debe a que el área vaginal es muy sensible y con una fina capa de piel, la cual tiene un gran número de vasos sanguíneos y linfáticos, lo que hace que sea mucho más propensa a absorber compuestos químicos, los que van directamente al sistema sanguíneo. Así, llegan rápidamente a nuestro organismo. 

Telallitas (@telallitas) es un emprendimiento joven, pero que quiere aportar con el uso de toallas de género. Camila Armijo, creadora de esta tienda online, cuenta que eligió este rubro porque “Cuando estaba en la práctica me dio ataque la vida de oficina, así que decidí emprender en esto porque me daba cuenta de que era mucho el plástico que se botaba por las toallitas higiénicas y también que eran muchas las mujeres que no se atrevían a usar la copita”.

Estos emprendimientos, además de aportar el granito de arena, muchas veces son muy entretenidos para uno. Elegir el diseño de tu toallita y ver qué cosmética va bien con tu piel siempre es algo agradable para hacer y probar.

Javiera Espinoza, creadora de Dulce Miel (@dulce._miel), emprendimiento de cosmética elaborada con frutas y libre de crueldad animal, ha tenido una muy buena recepción, tanto así que cuando sube reposición a su página web el stock se acaba en menos de 10 minutos. 

Javiera cuenta que todo comenzó para “Empoderarme conmigo misma. Tengo dos hijos y la más chiquitita tenía seis meses cuando comencé a verme sobrepasada por la maternidad. Me estaba descuidando yo como mujer. A esto se le sumaba que siempre me ha gustado crear. Empecé con jabones de glicerina con la técnica derretir y verter. Cree este Instagram como hobby para mostrar mis creaciones y comenzaron de a poquito a recomendarme amigas de mis amigas, amigos de familiares y poco a poco comenzó a crecer”. 

Las clientas de Javiera siempre destacan la experiencia que significa utilizar los productos, ya que no solo son cruelty free, sino que también son muy entretenidos. Algunos tienen forma de chocolate, de cheescake o simplemente huelen justo a lo que te dice que es. Por lo que aparte de ser de ayuda para los animales, también son excelentes productos a la hora de comprar cosmética. 

A estos emprendimientos, se le suman las miles de tiendas que se pueden encontrar en Instagram que se dedican a vender ropa usada. Cada día son más las personas que se atreven a incursionar en este mundo, ya que se pueden encontrar prendas únicas y vintage. Esto ayuda a disminuir el consumo del fast fashion, el cual es difícil de erradicar, pero que cada vez está siendo más criticado ya que según la ONU, la industria de la moda es la segunda más contaminante de planeta: produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y transportes marítimos internacionales juntos. 

Carla Jiménez, creadora de El Desborde (@el.des.borde), le da otro uso a la ropa que ya nadie quiere, a veces recibe donaciones de personas y con eso crea un banano o mochila. Este emprendimiento ya está cerca de los 10 mil seguidores y muchas veces me ha pasado que me encuentro con la etiqueta de @el.des.borde en alguna parte del país.

El pasado puede estar obsoleto, pero en esta oportunidad no. Usar toallitas de tela como lo hacían nuestras mamás o abuelas puede ser parte del cambio que necesitamos y lo mismo con la ropa usada, de esa forma podemos ir dejando un poco atrás el fast fashion y todo lo malo que esto conlleva.