Neozelandeses trabajan en delfines robot para shows acuáticos sin crueldad animal
Los cetáceos robot que pueden nadar libremente y asentir con la cabeza serían una gran alternativa al entretenimiento acuático para evitar la explotación y crueldad de estos animales.
En Nueva Zelanda, un grupo de emprendedores se unió junto con un grupo de creadores Hollywoodenses para crear delfines animatrónicos que sean casi idénticos a los reales. La idea surge a partir de la problemática ética que los parques acuáticos tienen hace un tiempo: los animales son mantenidos en cautiverio y forzados a obedecer órdenes por comida.
“La industria de los parques acuáticos ha visto una caída en sus ingresos desde hace más de una década, debido a las preocupaciones éticas y el costo de los animales vivos, pero el interés público de aprender y experimentar a estos animales sigue igual de potente”, contó a The Guardian Roger Holzberg, diseñador de los delfines y ex-director creativo en Walt Disney.
Los delfines robóticos tienen un costo de 40 millones de dólares neozelandeses, unos 20 mil millones de pesos chilenos aproximadamente. Esta es la dificultad que tienen los creadores para expandir la idea por todo el mundo. “Debemos convencerlos de que es un negocio rentable, incluso más rentable que tener animales vivos”, dijo a The Guardian Li Wang, uno de los desarrolladores de negocios de Edge Innovation, compañía a cargo del proyecto.
En sus hábitats naturales, los delfines nadan hasta 60 kilómetros diarios y viven con sus grupos familiares. Pero en cautiverio, los delfines están encerrados en piscinas de concreto, con agua que tiene químicos y son forzados a interactuar con extraños.
El primer objetivo es que estos delfines robóticos lleguen a los parques en China, país en donde la industria del espectáculo acuático tiene una gran demanda. Según Wang, un parque ya se habría comprometido a reemplazar sus delfines reales por estos artificiales.