Isabella Cichero, directora de DART: "La temática del festival tomó más fuerza porque el arte salió a la calle a expresarse"

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DART es el único Festival de Cine Documental sobre Arte Contemporáneo en Sudamérica. La semana pasada se realizó en Concepción y a partir de mañana y hasta el 16 de enero, se realizará en Santiago. Algunos de sus títulos más destacados son el documental Bauhaus: De la construcción del futuro; Kusama: Infinity, sobre la artista japonesa Yayoi Kusama; Lemebel, ganador de la Berlinale 2019; y el film Escapes de gas, sobre la historia y construcción del GAM.

El Festival, que tuvo que ser suspendido a fines de octubre por el estallido social, ha seguido activo en estas últimas semanas con un Ciclo de Arte y Política, reformulando su debut con tres funciones abiertas a público que ya pasaron por la Plaza Factoría Italia. Entre el 14 y el 16 de enero, las funciones se realizarán en Matucana 100.

Conversamos con su directora, Isabella Cichero, sobre esta primera versión de DART, cómo la revolución de octubre los obligó a repensar el festival, y sobre los desafíos para el futuro.

Originalmente el festival se iba a realizar a fines de octubre, pero Chile despertó y tuvieron que suspender inesperadamente. Ahora que finalmente podrá realizarse, ¿les cambió la manera de ver DART y sus películas?

Quedaban cuatro días para el festival hasta que pasó lo del 18 de octubre. Tomamos la decisión de suspender en toque de queda, y fue heavy tomar esta decisión sin haber salido de la casa. Tuvimos que repensar todas las películas y nos cambió la perspectiva. Yayoi Kusama pasó de ser ese ícono meramente pop a ser la bandera feminista en nuestro festival. Escapes de gas, que es el documental que narra la historia del GAM, también tuvo una relectura. Es una película que habla de los obreros trabajando a la par con los artistas, y de cómo ese trabajo logró levantar un lugar super conectado con el arte en América Latina. Al final, la temática del festival tomó más fuerza porque el arte salió a la calle a expresarse, dejó de estar encapsulado en exposiciones o colecciones personales. Los artistas, grabadores, etc. todos salieron a la calle. Recuerdo que hubo una acción con mucha repercusión durante octubre, que fue un grupo de estudiantes de arquitectura que rayaron el metraje de una vivienda estándar en la actualidad. Hoy ves el documental de la Bauhaus, y no puedes creer que una corriente que empezó hace 100 años atrás, ya hablaba de cómo el cuerpo se relacionaba con el espacio. Y entonces te preguntas “¡¿cómo terminamos viviendo en cajas de fósforos?!”. Este festival pone el arte contemporáneo en la pantalla para hacerlo más transversal, para que todos lo entendamos. Da lo mismo que veamos un cuadro y no lo entendamos, porque estamos nosotros como festival, para mostrar el proceso creativo o la historia detrás.

Trabajaste varios años en Inedit y ahora te animaste a traer a Chile DART. ¿Qué desafíos tiene mantener vivo un festival? ¿Qué piensas de la manera en que se financian proyectos culturales en Chile?

Con DART estábamos en lista de espera del Fondart, hasta que lo ganamos. El Fondart siempre dice que te da un 80% del valor del proyecto o que tu solo tendrás que aportar el 30%, pero la verdad es que terminas co-financiando más del 60%. En DART tuvimos una convocatoria que recibió 150 películas, hay mucho material pero no nos alcanza para exhibir todo. Si bien es un desafío el cómo se financia el festival, también lo es el cómo se forma su audiencia. Creemos que estamos creando interés pero también tenemos otras inquietudes, estamos pensamos en cómo desde DART aportamos a la realización sobre documentales de artistas chilenos, en cómo motivar a los nuevos realizadores a interesarse en nuestros artistas, a trabajar con fundaciones que tienen un montón de material y que a veces no saben que hacer con eso.

En el Fondart, todo es un gran concurso. No es que un proyecto no quede por ser malo, uno no queda porque el sistema de cómo se financia la cultura en Chile no da abasto. Se abren los concursos pero son las mismas bases que hace 15 años, y el mismo formulario si quieres hacer un disco o hacer un festival. Estamos luchando con eso y vamos a tratar de vivir de fondos públicos, es un camino que nunca vamos a soltar, pero sí queremos empezar a pavimentar el campo para que los mismos museos puedan tener una función, o que también puedan sumarse las universidades y colegios.

Desde siempre estuvo contemplada una versión de DART para Concepción que finalizó la semana pasada. ¿De dónde viene la idea de llevar el festival a regiones?

Sacar el festival a regiones es lo más lindo que le podría pasar al DART. Acá está concentrado todo, el desarrollo de las artes, las galerías, etc. Pero sería un tremendo aporte si es que, por ejemplo, a Rancagua no llegó la expo de la Yayoi, que el documental sea una alternativa para acercar su arte. Acercar el arte desde el cine es súper democrático y este festival podría aportar a la evolución y la difusión de las artes contemporáneas.

Yo soy de allá, todo lo que puedo, me lo llevo a Conce. Pese a que es una ciudad importante, que tiene una comunidad universitaria relevante y una situación geográfica beneficiada, cuesta que lleguen cosas a la región, independiente de tener un teatro como el que hay, por ejemplo… Siempre voy a trabajar para las regiones, porque creo que ahí está el futuro, Santiago no da mucho más abasto. Y creo que el publico está preparado y formado, que está conectado a internet donde reciben harto contenido de otros lados, pero hay que hacer un esfuerzo, como productores que trabajamos en Santiago, para sacar todo el contenido de acá.

¿Habrá una versión 2020-2021 del Festival? ¿Cuáles son los desafíos ahí?

Habrá una versión, nos quedaron varias películas. Una vez que el festival termine, el lunes 20, ya estará arriba la convocatoria 2020 en conjunto con Barcelona, donde películas de todas partes del mundo pueden postular. Para la próxima edición queremos tener una programación que cumpla con la deuda de esta edición, donde no hubo tantos artistas latinos por un rollo de primera versión y de que había que presentar a grandes artistas, maestros más universales, para que se entendiera de qué va el festival, pero después de la primera versión queremos abrirnos a documentales sobre artistas chilenos y latinos que hablen de esto mismo.

Más info en dart-festival.cl