Pánico reedita en vinilo su disco Subliminal Kill y agenda show de lanzamiento

Fotografía por Andrea Fuentes Cannobbio.

Publicado en 2005 por el sello Tiger Sushi, Subliminal Kill supuso el mayor éxito artístico y comercial de Panico. Una pieza fundamental que regresa en una reedición en vinilo a cargo del sello Kali Yuga Distro y que la banda presentará con diversas fechas en Chile.

Principios de los 2000. Tiempos en que bandas como Rapture y LCD Soundsystem comenzaban a abrir un interesante espacio en que rock y electrónica se fusionaban con un ojo puesto en la cultura de clubes. En París, Pánico comenzaba a poner atención y a preparar la que tal vez ha sido su más importante obra: Subliminal Kill.

“Fue uno de los mejores periodos de la banda porque pasaron cosas que nos potenciaron. Habíamos llegado con Telepathic Sonora y Sony rápidamente, al ver que no vendimos las copias que esperaban, nos soltó. Estábamos sin sello, pero estábamos embalados de estar en Francia y a nadie se le ocurrió volver a Chile”, recuerda Eduardo “Edi Pistolas” Henríquez, líder de la banda. Entonces, cierto tufillo de rock neoyorquino que se unía con una cultura de clubes que existía en Francia, generaron un movimiento. En París, todos los jueves, había fiestas en un club llamado Pulp, donde se reunía gente de los sellos Kill the DJ y Tiger Sushi.

“Tocaban allí Ivan Smagghe, Joakim, Optimo, y ahí se armó una onda muy fuerte, íbamos siempre”. La banda estaba medio parada, Memo (Dumay) y Sebastián (Arce) tocaban con otros grupos, solo estábamos Carolina, Squat y yo. Entonces empezábamos a mezclar beats de DJs; habíamos sacado un EP llamado Ice Cream, indagando en sonidos rock, pero con vistas al clubbing”, explica Henríquez.

En el 2004 la banda conoció a Joakim, fundador de Tiger Sushi, a quien le entregan el EP, que contenía versiones tempranas de Ice Cream e Iguana. Una cita bastó para cerrar la propuesta de un álbum y un par de singles en vinilo con remezclas. “Su sello era una plataforma de música y se relacionaba con la escena del Pulp. Cuando fuimos a grabar Telepathic descubrimos cómo era trabajar el beat. Después entré en la música electro, armé remixes, y me interesé en mezclar ritmos”, comenta Edi Pistolas sobre cómo se fue concibiendo Subliminal.

Por otra parte, la banda comienzas a utilizar, por ejemplo, el spanglish, aportando una frescura no disponible en el catálogo de bandas europeas. Al escribir las letras se apelaba a un imaginario latinoamericano urbano, hablando de reptiles, animales fríos y tropicales, ocupando no solo un lenguaje chileno sino de cualquier parte de Latinoamérica, basándose en películas; Qué pasa güey, por ejemplo, se desprende de un diálogo de la película Perdita Durango de Álex de la Iglesia. “Aparte de Chile, solo habíamos estado en Argentina, así que fuimos a buscar imágenes en libros y películas y las llevamos a letras. En cuando a sonido, privilegiamos la simpleza. Lo que no nos gustaba de Telepathic era la excesiva información que hay en cada tema, el espectro está ocupado en todas las frecuencias siempre. En cambio, en Subliminal guardamos el núcleo: ritmo y bajo, pero el resto lo eliminamos”, comenta Henríquez.

El sonido de Subliminal Kill, a juicio de sus autores, está influido por el no y el cold wave, a la usanza minimalista. El grupo partía componiendo en la sala de ensayo, armando las canciones en la medida que tocaba, buscando que el disco rescatase ese sonido. “El álbum está compuesto con una MPC 2000, hice las bases rítmicas y los sonidos electrónicos, y después añadimos el bajo, la una guitarra minimalista; incorporamos percusiones en algunos temas, hay menos DJs, pero hay más percusión, hay voces mías sampleadas, fuimos cortando y jugando”, comenta Henríquez.

Es el productor Cristian Vogel quien asumió la mezcla de seis temas del álbum, cuya producción inicial corrió por cuenta del propio Henríquez. “Fui a Barcelona y estuvimos una semana armando las mezclas: él aportó algo que las grabaciones no tenían. Las metió en softwares y electronizó el sonido, le puso distorsión, por ejemplo, a la batería de Transpíralo; procesó los bajos, quedando comprimidos. Eso es lo bueno en Subliminal: desde el comienzo todo apuntó hacia una idea, toda la estética se dirigió hacia allá, poseyendo una identidad fuerte. Cristián realmente aportó en una textura que el disco aún no poseía”, concluye Henríquez.

La historia de un hit

Tiger Sushi organizaba fiestas y en este contexto Pánico fue a tocar a un festival en Polonia donde tocaron los Chicken lips, y con estos Crazy Girl; la banda la conoce y le envía la base de Transpíralo para ver si le interesaba hacer algo con ella. Hasta entonces, el tema tenía estrofa, mas no coro. “Crazy Girl se mandó un rapeo la zorra y vimos que teníamos el tema listo. Le dijimos que hablara de algo sexual, pero también psicodélico. Es una canción en la que trabajamos muchísimo, tiene una batería que entra y sale, la textura de la voz suena como un sampler de 8 bits, en fin, concentró todo lo que estaba pasando: un beat rocker, un bajo hipnótico, pero a la vez beats clubbing, voz en spanglish, la voz rapper de los 80, tiene todo. La época lo permitía y la gente quería escucharlo. Dimos la vuelta al mundo por ese tema. No sabíamos que sería tan exitoso”, recuerda Eduardo Henríquez acerca de la canción más recordada del disco y que les permitió entrar en listas indie de diversos países.

Subliminal Kill es un punto ineludible en la trayectoria de Pánico, fue su disco más exitoso, posicionando a la banda en una plataforma global. Su música probó que podía ser masiva dentro del mundo independiente. “Fuimos el primer grupo latino en entrar en los charts independientes del mundo, en Australia, Inglaterra y Japón. Fuimos los primeros en ir a tocar a clubes techno a Inglaterra, por ejemplo”, señala Henríquez.

Reedición

Subliminal Kill será reeditado en vinilo bajo etiqueta Kali Yuga Distro, quienes a inicios de este año ya publicaron Rayo al ojo y el EP Panico, también conocido como Bruce Lee. El lanzamiento oficial, que incluirá firma de discos y audición del álbum junto al grupo, se realizará el sábado 21 de octubre, a partir de las 17:00 horas, en Orden de Malta 1467-A, Providencia. Esto se suma al concierto que Pánico ofrecerá en Sala Metrónomo el jueves 26 de octubre a las 21:00 horas, espacio donde presentarán Subliminal Kill de punta a cabo.

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