[Entrevista] Christina Rosenvinge y los 30 años de "Que me parta un rayo": "El disco tiene una ingenuidad que ya no tengo"

Ya empezó la gira de Christina Rosenvinge por Latinoamérica para celebrar las tres décadas del álbum “Que me parta un rayo”. Claudia Cayo conversó con ella desde Perú, a días de que aterrice en Chile para una serie de compromisos.

La cantautora y escritora española Christina Rosenvinge, volverá a Chile para una serie de conciertos que se enmarcan en la celebración de los 30 años del disco “Que me parta un rayo”. Su visita contempla conciertos en el Teatro del Lago en Frutillar, el Teatro Coliseo en Santiago, y fechas en Quilpué, Chillán y Concepción.

Ad portas de sus fechas en nuestro país, conversamos con ella sobre el impacto que tuvieron las canciones del disco, sobre mantener la habilidad de la escritura y sobre esa Christina de hace tres décadas. Acá lo que nos dijo.

Cuéntame cómo está el regreso a los escenarios, volviendo a tocar esas canciones de otra época, de un disco tan relevante en tu carrera y que ha sido importante para tanta gente aquí en América Latina.

Está siendo una travesía maravillosa. Esta celebración empezó de forma muy improvisada. Todo partió porque puse un post en Instagram el día del aniversario. Le hice un video al disco y puse que se cumplían 30 años del inicio de esta etapa tan importante en mi vida. Y el recibimiento que tuvo este post fue increíble porque recibí una avalancha de mensajes privados muy emocionales de gente que tenía recuerdos importantísimos: familias en las que ese disco había ido de una mano a otra, gente que había aprendido a tocar la guitarra con él y que estaba de alguna manera implicado en su vida emocional. Muchos hijos que recordaban a su madre a través de ese disco… Entonces todo esto empezó a germinar la idea de hacer un concierto porque la gente lo pedía. Yo en principio no había vuelto a tocar este álbum entero desde el año 95, creo. Pensaba hacer uno o dos conciertos, pero luego ha habido una demanda porque lo repitiera y lo hiciera más. Mañana lo voy a hacer en Lima, después vamos a Chile y lo vamos a hacer allí por todas partes.

Me encanta cómo la presión de tus fans, de la gente que te sigue en redes sociales, logró que ese uno o dos conciertos, finalmente se transformaran en más.

Pues es que funciona. Estaba hablando con el promotor del concierto aquí en Perú y me dijo: “Claro, es que yo veía el post y todo el mundo decía ‘Perú ¿Pero lo que pasa con Perú?”. Y dijo: “Bueno, pues yo voy a hacer este concierto”.

¿Qué ha significado para ti revisitar esas canciones y letras, sobre todo pensando en quién eras hace tres décadas atrás?

Bueno, ha sido muy divertido. Hay letras de canciones que me sorprenden todavía cómo las escribí. Como “Voy en un coche”, que tiene todas estas imágenes tan surrealistas. “Tu por mí” recuerdo perfectamente cómo la escribí porque era una canción que estaba muy basada en mi historia personal. Está dedicada a mi mejor amiga de esa época que pasó por una malísima experiencia y yo escribí la canción un poco para rescatarla. Cada canción tiene una historia distinta. “Alguien que cuide de mí”, por ejemplo, es una canción aparentemente muy ingenua pero a mí me sorprende que hace una enumeración de los defectos que no tiene que tener un chico con el que te lías, y realmente es algo que sigue estando muy vigente. El disco tiene una mezcla de ingenuidad, entusiasmo y tiene algo muy bonito -que ya no tengo- que es esa ingenuidad. Cuando escribo ahora, lo hago desde una voz mucho más experimentada. Me sorprende la ingenuidad, pero las letras tienen la suficiente trascendencia como para para pervivir. Y el hecho es que las canciones no han muerto, siguen estando ahí muy vivas. Sabes que me llega muchísimo dinero de karaokes…

Jajajajaja

Es muy divertido. Siempre veo que muchísima gente decide cantar “Voy en un coche” y me hace mucha gracia. Lo increíble es que además son letras muy emocionales y yo creo que eso siempre va a lograr conectar con la generación que te escuchó por primera vez en los 90, pero también con generaciones más jóvenes. Esas cosas viscerales creo que nunca dejan de impactar. Estoy muy segura de eso.

¿Cuál dirías que es la canción más significativa para ti en ese disco? Siempre es interesante descubrir cuando las favoritas del público a veces son las mismas del artista o a veces no necesariamente coinciden. ¿Tienes alguna favorita o alguna que sea particularmente especial para ti?

Cada una tiene un motivo por el que está allí, ¿sabes? “Ni una maldita florecita”, por ejemplo, cuenta el viaje a París que hice con el novio que acababa de conocer y que luego se convirtió en el padre de mis hijos. Es una canción a la que le tengo mucho cariño y que dice algo muy bonito, que es “el día que fui feliz no me di cuenta y me dormí”. Muchas veces en los mejores momentos de nuestra vida no somos conscientes de que estamos viviendo la felicidad. Hay una canción que siempre está ahí, que siempre es importante y que siempre me emociona, y es “Tu por mí”, pero porque tiene detrás una historia real con mi compañera de piso, con Sara. “Yo no soy tu ángel”, también, que no lo había vuelto a tocar en directo desde aquellos años y es divertidísima de tocar en directo. Cada una tiene un significado distinto.

De izquierda a derecha: Arturo Iturbe, Sarah Openshaw, la amiga que inspiró “Tú por mí”., y de espaldas Christina Rosenvinge.

Cuando se habla de ti y de este disco inserto en los años 90, llegamos a esta cosa revolucionaria para la época, que es una mujer cantando muy resueltamente sobre su vida. Siempre fluyendo, haciendo rock y tomando el control de su proyecto musical. ¿Eras consciente de esas cosas, de los matices que tenía tu proyecto en esa época?

Yo no tenía ni idea. Y si hubiera sabido que iba a tener tanta trascendencia, no sé si hubiera sido tan valiente, realmente. Tenía un dúo que tenía mucho éxito en España que se llamaba “Alex y Christina”, y llegó un momento que me quemé con esa historia y quise romperlo y empecé a hacer mis canciones desde otro sitio. Ya no quería hacer música tan ligera, tan bonita e imaginativa, quería hacer algo en primera persona, algo con mucha más profundidad. Me quería convertir en cantautora. En un principio no tenía los apoyos para hacer esto, así que cuando escribí las canciones no sabía si las iba a conseguir grabar. Tampoco sabía si las iba a grabar yo, pero sobre todo, no sabía si mi compañía de discos iba a decidir grabarme o esto iba a quedar en el olvido. Las hice en un arranque, por necesidad de expresar algo, pero no tenía ni idea de lo que iba a ocurrir con ello. Además el disco salió en España y al principio no tuvo tanto éxito. Salieron dos singles y pasaron un poco discretamente, y de repente empezó a despegar como cuatro o cinco meses después. Al año estaba vendiendo muchísimo. Pero no tenía ninguna consciencia. Es algo que luego me di cuenta cuando empecé a encontrarme con la gente y me lo empezaron a decir.

Decías que querías ser cantautora. Quiero saber y preguntar de manera tal vez muy ingenua, cómo se mantiene esa habilidad en el tiempo. Hay muchas chicas que están intentándolo hoy en día y tal vez alguien va a haber esta entrevista en YouTube o la van a revisar escrita en el sitio web. ¿Qué les dirías?

Yo creo que cuando uno escribe una canción, al margen de la música, tienes que pensar que una letra es una historia, aunque se cuente de forma fragmentaria, aunque sea de una forma concisa. La letra de una canción cuenta una historia, entonces no puede estar vacía. No puedes decir algo que simplemente suena bien y que han dicho otras doscientas mil personas antes que tú. Tienes que buscar tus propias palabras y tienes que intentar crear. No voy a decir “crear un mensaje” que es una palabra que no me gusta. Hay que crear un relato en el que el oyente se sienta identificado. La función de una canción, al igual que en la poesía, es ponerle palabras a emociones que son comunes a todos los seres humanos. El objetivo final, cuando uno escribe una canción, es sacar tus demonios y que otro encuentre sus demonios en esa canción. Que pueda sentirse consolado, acompañado. Una canción es un vehículo emocional y sobre todo es una emoción que se transmite a través de la palabra. No hay que olvidar que la letra de la canción es la mitad de la canción.

Revisa la entrevista completa a continuación:

Bloque de vídeo
Haz doble clic aquí para añadir un video con la URL o código integrado. Más información